Todo isá caro: las implicaciones de las alzas en los consumidores colombianos | Finanzas | Economía

Consumidores en Colombia están en alerta máxima por el alto nivel de la inflación y lo que implica esto para sus vidas cotidianas en el manejo de sus ingresos y sus gastos.

Is asi como el 97% de los encuestados en el pais afirmaron que han sentido que los Los productos que adquirieron regularmente se han encarecido.

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Normalmente, el 75% de los consumidores colombianos están extremadamente preocupados por el aumento del costo de vida.

El dato surge del Estudio de Consumo de Bain & Company que permite analizar el comportamiento del consumidor en Colombia, Argentina, Chile, Brasil, México y Perú.

La muestra que fue contada por 10.000 personas evaluó en ella seis temas: sentimiento general; finanzas y gastos personales; empleado; tiempo libre y ocio; alimentos y piensos; hola y adios

Este sentimiento de encarecimiento entre los colombianos, sin mucha distancia, está por encima de la que registra para otros países de la región: México (94%), Argentina (96%), Brasil (93%), Chile (95%) y Perú (95%).

En el caso de Colombia, los sectores que más sensación de encarecimiento reportaron los de alimentos (74%), productos de cuidado personal (45%), restaurantes (43%) transportados allí (43%).

Esto, de alguna manera, está en línea con los informes de aumento de la inflación en esos rubros de la canasta familiar que últimamente ha entregado el Dane.

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Catalina Fajardo, Socia de Bain & Company, sostiene que “el mercado local se ha reconciliado con la reconfiguración del comportamiento de los individuos provocada por un ambiente de incertidumbre”. Por lo anterior, complementario, existe un desafío para las empresas y el sector público de ahí que el aumento de los precios al consumidor pueda conducir a una recesión económica que terminará afectando el crecimiento.

Catalina Fajardo plantó la del estudio se pueden sacar varias conclusiones importantes sobre lo que vive el consumidor en la actual coyuntura.

«Ia primera de ellas es que la estabilidad económica del bolsillo se ha convertido en una prioridad para los colombianos, pues según el informe, el 76% de ellos busca seguir seguir o planeando reducir sus gastos”. Para lograrlo están decididos a tomar medidas como eliminar por completo las compras determinadas, realizar tareas de forma autónoma, regular el consumo de energía eléctrica y seguir comiendo en casa, entre otros.

En segundo lugar, de la experta, la situación real generó una ampliación del concepto de bienestar. En los últimos años se ha contemplado la salud física y el bienestar mental, pero se ha extendido al bienestar financiero. Por supuesto, resultó que el 71% de las personas dijeron que estaban preocupadas por su salud mental y expresaron preocupación por sus finanzas.

Otra conclusión es que ver con la “fluidez de los espacios”. «Ahora los consumidores sopesan constante el hogar, la oficina y otros espacios en función de los hábitos, la comodidad y los cálculos de ahorro», dice.

Par ello, no solo el trabajo remoto es una realidad para el 60% de los encuestados, sino que casi el 40% afirma haber cambiado o estar cambiando las actividades de ocio por concentrar en el hogarcomo palanca de reducción del gasto”, explica Fajardo.

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Respecto al sentimiento que perciben los latinoamericanos, Fajardo dice que «no es tan positivo». «Cuando se les preguntó cómo se sintieron en los últimos 3 meses, la mayoría de los consumidores (40%) describieron su estado de ánimo con una connotación negativa”nota.

por un lado, los chilenos y argentinos reportaron los estados de ánimo más bajos, con casi el 50% de sus consumidores reportando un estado de ánimo negativo. En cuanto al entorno, en todos los países, los consumidores están especialmente preocupados por el aumento del costo de la vida (4.29/5), la estabilidad de su país (4.16/5) y la política en su país (3.82/5) .

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Y, por último, aunque los consumidores han adoptado las ventajas de lo digital -conveniencia, conexión, entretenimiento-, se han dado cuenta de sus inconvenientes. Encabezados por la generación Z, casi un tercio de los encuestados afirmó querer reducir el tiempo dedicado a estas actividades digitales.

CONSTANZA GÓMEZ GUASCA
Portafolio Periódico

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