Rusos, la vacuna Sovereign 02 y el sol y la arena para reactivar el turismo cubano |  Blog Más se perdió en La Habana

Rusos, la vacuna Sovereign 02 y el sol y la arena para reactivar el turismo cubano | Blog Más se perdió en La Habana

El sol y la playa, y aún más los 23 kilómetros de playas de arena de Varadero, vuelven a ser las joyas del turismo cubano en estos tiempos de pandemia. Covid-19 ha dejado a la mayoría de los clientes extranjeros en sus casas y cerca del 85% de los hoteles cubanos están cerrados, pero un año de descanso forzado ha servido para regenerar la naturaleza y las playas, mientras que algunas de las instalaciones hoteleras más icónicas del famoso balneario cubano lo han logrado. .Para realizar reparaciones importantes.

Hace años, cuando nadie podía prever lo que se avecinaba, la isla se había comprometido firmemente a diversificar el turismo y promover los valores de sus ciudades patrimoniales.

Además de cientos de kilómetros de paseos y cayos vírgenes, Cuba es el país del Caribe que cuenta con más centros históricos, fortalezas y paisajes incluidos por la UNESCO en su Lista del Patrimonio Mundial. La Habana, Trinidad, Camagüey, Cienfuegos o Santiago de Cuba son algunas de las ciudades con mayor riqueza patrimonial y en ellas las cadenas hoteleras extranjeras más importantes han abierto restaurantes en la última década.




Playa del Hotel Meliá Internacional en Varadero.

Pero las restricciones impuestas por la epidemia, que aconsejan reducir el turismo urbano para prevenir contagios, han obligado a Cuba a volver al sol y a la playa y a apoyarse en sus centros turísticos consolidados, donde la salud y la seguridad sanitaria se han convertido ahora en hitos tan importantes. como cocoteros, arenas blancas y aguas color esmeralda.

La cadena hotelera líder en Cuba, Meliá Hotels Internacional, que opera una de cada cuatro habitaciones de cuatro y cinco estrellas en el país, es un ejemplo de hacia dónde van las tomas. Meliá gestiona más de 30 hoteles en la isla, de los cuales solo siete están abiertos actualmente, Meliá Habana, en la capital, cuatro en Varadero y dos en Cayo Coco.

Con 23 km de playa y 52 hoteles, la playa de Varadero es la más famosa de Cuba y la que tiene más historia y ha sido elegida por TripAdvisor durante años entre las mejores del mundo. Antes de la crisis, cerca de un millón de turistas visitaban el balneario cada año, la mayoría de ellos canadienses, alemanes, españoles, así como latinoamericanos y otros ciudadanos de la UE, aunque ahora las cosas han cambiado.

En estos tiempos de vacas débiles, Meliá, Iberostar y los principales grupos hoteleros de la isla vuelven a apostar abiertamente por Varadero y los cayos del norte para recuperar el pulso turístico. Las playas están mejores que nunca, destaca la remodelación de algunas instalaciones y, como los mapas salvajes, el sol y la playa cubanos ofrecen protocolos de seguridad antivirus difíciles de igualar –todos los establecimientos cuentan con médico, enfermera y técnico en epidemiología de guardia– en Además de la garantía del sistema de salud cubano y la luz del horizonte, que presupone la disponibilidad de dos vacunas de fase III propias en ensayos clínicos -Soberana 02 y Abdala- que espera tener más de la mitad vacunada antes de que finalice el verano.

Con todo este mimbre, Iberostar ya ha abierto tres de los siete hoteles que opera en Varadero y Meliá 4 de los 12 que tiene en el spa. Junto con Sol Varadero Beach y Meliá Peninsula, esta cadena opera en los dos hoteles polo más emblemáticos, Meliá Internacional y Sol Palmeras, construidos por primera vez como una empresa conjunta en 1990 y en plena remodelación. También en Cayo Coco y Cayo Guillermo, ambas cadenas comenzaron a reabrir restaurantes.

Hay buenas noticias. En un momento en el que el turismo canadiense está en espera y también Europa, hasta que llega el verano, los rusos son los principales clientes. El vuelo medio diario llega desde Moscú, unos 20.000 pasajeros al mes, y ante esta realidad, Meliá ya ha contratado traductores de ruso y ofrece platos tradicionales euroasiáticos en sus restaurantes, además de incluir menús cirílicos. El otro día, un veterano director de la cadena de Mallorca saludó a un grupo de entusiastas moscovitas al pie del vestíbulo: «Bienvenidos». Eso es lo que es, y nada como saber adaptarse.

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