“Riesgos climáticos, un nuevo horizonte para las finanzas”

NOAhora somos conscientes de la complejidad de la implementación práctica y concreta de las medidas necesarias para lograr los objetivos de los acuerdos climáticos de París. Lo cierto es que la transición hacia economías descarbonizadas debe pasar inevitablemente por amplios programas de planificación y control de los diferentes actores y sectores de la economía. El neoliberalismo y la transición ecológica están en contradicción fundamental.

Esta verdad se va abriendo camino poco a poco, hasta las medidas votadas por nuestros representantes políticos ante las instituciones europeas. El año 2022 ha sido así testigo de numerosas votaciones sobre el «paquete» de propuestas conocido como “Apto para mayores de 55 años” («ajuste al objetivo 55»), que define el marco legal destinado a hacer alcanzables las medidas del Green Deal for Europe («EU Green Deal»).

Alcanzar el objetivo de reducción del 55 % de las emisiones en 2030 respecto al nivel observado en 1990 se basa, por tanto, en el efecto combinado de un programa de financiación de la transición que debería alcanzar al menos 1.000 billones de euros, un sistema de tarificación del carbono (una forma de impuesto sobre emisiones de carbono), directivas aplicadas a diferentes sectores de actividad y particulares, etc.

El acceso a la financiación y el control de riesgos juegan un papel fundamental en este plan de transformación. Esto es para evitar que las medidas del “Apto para mayores de 55 años” convertirse en la causa de los cierres de negocios y los incumplimientos de pago en los sectores económicos donde los márgenes operativos son los más bajos y los más afectados por la transición.

“El BCE, por el contrario, está comprometido a apoyar la transición hacia una economía europea baja en carbono”

El riesgo financiero vinculado a la transición ecológica debe tratarse en paralelo con las propias políticas de transición. Por lo tanto, está incluido en el mandato del Banco Central Europeo (BCE). Dentro una carta fechada el 4 de julio de 2022el BCE determina claramente el vínculo que existe entre los riesgos climáticos y su principal objetivo: mantener la estabilidad de precios en la zona euro.

Esto también constituye una divergencia real con el enfoque elegido por otros bancos centrales. Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de EE. UU., reiteró recientemente que la Fed no utilizará sus herramientas de supervisión para promover objetivos relacionados con el clima. El BCE, por el contrario, se ha comprometido a apoyar la transición hacia una economía europea baja en carbono.

Lea la columna firmada por Agnès Pannier-Runacher: Artículo reservado para nuestros suscriptores «Es ahora o nunca si queremos mantener el objetivo de calentamiento global de 1,5°C»

Desde 2020, el BCE ha trabajado para diseñar un sistema de supervisión del sector bancario en términos de gestión de riesgos climáticos y ambientales, e inversiones “verdes”. Informes climáticos, contabilidad de carbono, gestión de riesgos, integración de los temas climáticos en la gobernanza de las entidades de crédito, tantos temas sobre los que el BCE ha formulado sus expectativas.

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