¿Por qué Podemos tiene más probabilidad de sobrevivir que Ciudadanos al 28-M?

En 2014 se cobijó un ciclo que por lo tanto llegaría supo terminar. Dos fuerzas, primero podems y luego Ciudadanos emergieron en la arena política española poniendo en jaque el bipartidismo defectuoso que reinaba en nuestro país. New años más tarde, queda la fragmentación de un espacio político en el qu’ya es inimaginable que solo PP y PSOE partan el bacalao mientras que Podemos y Ciudadanos luchan por sobrevivir. En cada área hay hoy fuerzas competitivas que gozan de mucha mejor salud que ellos. En la izquierda ha brotado Sumar, formado por los antiguos compañeros de viaje de Podemos que mjor han resistido al envite de los tiempos. Además, a ojos de muchos votantes urbanitas y jóvenes, con pedro sanchez, el PSOE redimió de los pecados de otra época. En la derecha se ha instalado Voz como referencia de la fuerza nacionalista española y el PP, tras su peor catarsis, lo juega todo a una doble carta —la de Isabel Díaz Ayuso en madrid hay Alberto Núñez Feijoo en todo lo demás— que parece funcionarle, al menos frente a Ciudadanos.

¿Sobrevivirán Ciudadanos y Podemos al 28-M? Desde Predilect llevamos desde hace más de un mes estudiando con lupa cuál es la respuesta más convicnte a esta pregunta en el Ayuntamiento de Madrid, una plaza simbólica para ambos. En cada calle del consistorio encontrarás las sedes centrales de ambos partidos, que en Madrid han cosechado gran parte de su poder. Ambos son conscientes de la participación de la desaparición en la capital. Los números ofrecen una respuesta sólida: podems tienes mas posibilidades de entrar en eso Ciudadanos. Ninguno lo tiene garantizado (hay un 27% de probabilidad de que ambos se queden fuera), pero Podemos supera, en aggrado, en 37 puntos la probabilidad de entrar en el consistorio madrileño a Ciudadanos (68% y 31% respectivamente).

Una primera pregunta que puede uno hacerse es si estos porcentajes son altos o bajos. Lo cierto es que ambos están suficientemente cerca del 50% como para no descartar ningún escenario. Es lógico: la situación es ambivalente con los partidos pequeños que se acercan al umbral del 5%. Por un lado, está lo que en entornos partidistas se conoce como «suelo de voto». Muchos asumen que su partido tiene un número mínimo de votantesaquellos más motivados que bajo ninguna circunstancia les van a traicionar.

Aunque el suelo efectivo de voto es el 0%, porque un partido siempre puede perder más apoyos, el argumento del suelo tiene cierta evidencia que lo respalda. El hueso votantes pero infieles de Podemos y Ciudadanos ya han desertado. Los que quedan son aquellos que ya han demostrado cierta capacidad de resistencia. Esto hace que, si la participación electoral general baja, los partidos pequeños suelan resentirse menos que los partidos grandes, que son los grandes tractores de voto ambivalente.

El ‘Efecto Titanic’

Por otro lado, los partidos pequeños tienen dos corrientes de aire en su contra. Una es una fuerza irracional, que afecta a los votantes menos interesados ​​por la política, que aunque sean pocos los queden entorno a Ciudadanos y Podemos, pueden ser imprescindibles para saltar la barrera. Esta fuerza, conocida como ‘Efecto titánico’, es la que aboca al fracaso a los partidos a los que envuelve una sensacion de que el barco se hunde. De que su momento ya pasó o que ya nadie los votó. El tipo de votante que se ve afectado por este efecto no suele conocer el sistema electoral. No dejan de votar porque piensen que su formación preferida no va a superar el 5% necesario para ganar las elecciones.

A este tipo de votantes le importan menos las elecciones y tienen mayor probabilidad de quedarse en casa que de votar a otro partido si el ‘Efecto titánico’ inundación. Pero, como comentamos, hay otra fuerza que seguro que los lectores ya conocen por su nombre popular: el voto útil. Aquí los votantes sí están motivados por las elecciones y sí que echan cuentas sobre la probabilidad de que su formación pase o no la impedirá las elecciones. Por lo general, si estiman que su voto puede acabar yendo a la basura lo que hacen es votar a su segunda opción.

Este último mecanismo, también llamado voto estratégicois el que explica por qué en el contexto madrileño, pero también en el español, allá donde Podemos se presenta por separado, Podemos tiene una pronóstico importante que Ciudadanos. Desde hace unos meses, Podemos se ha encargado de reforzar una estrategia fundamental a la hora de pedir el voto: diferenciar. Formar trincheras qu’explicationn las diferencias entre votarles a ellos y los partidos vecinos. Esto puede haber espantado en el inicio a algunos votantes que se situaban en el medio de la disputa pero, su vez, seguro unos muros que taponan las fugas de su formación a otras como Más Madrid o el PSOE. Los afiliados al voto útil, en este contexto, tienen menor probabilidad de votar a su segunda opción preferida porque la distancia entre la primera y la segunda es abismal. Es decir, como los Votantes del Titanico bien dejan de votar o votan ha conocido primera elección.

El último recurso de Cs

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En Ciudadanos la situación es distinta. Desde hace ya tiempo su estrategia ha sido presentada como el mejor aliado del PP en aquellos comicios en los que se presenta, salvo en Castilla y León. No es de sorprender cómo en aquella plaza sobrevivieron, pero no así en Andalucía. In Madrid, no muchos de los votantes que aún quedan en Ciudadanos serán capaces de nombrar muchas diferencias entre Begoña Villacís allá José Luis Martínez Almeida. Esos votantes, inspirados por el ambiente de cordialidad de Sol, no sienten antipatía por Almeida. Es una segunda opción válida. Esto pone muy en riesgo el voto de los votantes estratégicos de Ciudadanos. ¿A qué pueden confiar en su suerte? A dos elementos, primero, al voto estratégico contracorriente. Es decir, aquel que pide a algunos votantes del PP que apoyen a Ciudadanos para que así todos esos votar «alias» no se pierdan.

Esta estrategia está asentada en otros países con larga tradición de coaliciones que dependen de formaciones pequeñas, pero no en España. No tiene pinta de que sea una strategia que les salve. Otros elementos lo que queda de campana, que es poco, pero sabemos que los ciudadanos cada vez deciden su voto más tarde. Pequeños esfuerzos de final de campaña pueden cambiar los números mínimamente, lo suficiente para que el porcentaje de votos de un partido pase, por ejemplo, un 4,9% a un 5,1%. No se pierdan las actualizaciones diarias de Predilect para EL PERIÓDICO para seguir cómo avanzan estas probabilidades hasta el mismo día de las elecciones.

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