«Por qué no se aprueba la reincorporación de Adrien Quatennens en el grupo LFI en la Asamblea Nacional»

Ia onda expansiva #metoo en el marco de la nueva dinámica feminista global ha visibilizado el alcance de la violencia sexual y de género en todos los niveles de la sociedad. Las organizaciones políticas y sindicales de izquierda han sido escenario de una proliferación de casos recientes, no tanto porque estén más preocupadas que las demás, sino porque tienen aspiraciones feministas. Es el ímpetu de las activistas, y más particularmente de las jóvenes activistas involucradas en la renovación feminista actual, que presionan para alinear las prácticas activistas con los principios, a nivel individual y colectivo.

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Hace más de cincuenta años, el Movimiento de Liberación de la Mujer nació a raíz de las organizaciones revolucionarias que surgieron de los márgenes con el movimiento de mayo-junio de 1968. Las feministas afirmaron entonces: “Tu liberación sexual no es la nuestra” frente a los militantes que esperaban disponibilidad sexual de los militantes. Más ampliamente, denunciaron una división de género del trabajo militante que los convertía en el mejor de los casos en “compañeros de”, en el peor de los militantes invisibles, a cargo de la secretaría o de todo tipo de tareas devaluadas. Lo que se está jugando hoy profundiza aún más la afirmación hecha entonces por las feministas: “Lo personal es político. » También está legitimado por los estudios de género, que subrayan todas sus ramificaciones, lo que, a su vez, alimenta la disputa.

El poder de la protesta feminista actual es tal que produce profundos interrogantes sobre la sociedad. Provoca pánico moral reaccionario y convulsiones conservadoras. Por tanto, las organizaciones progresistas deben hacer frente tanto a la reacción como a la urgencia de llevar a cabo una transformación radical de sus prácticas bajo el impulso de esta nueva generación de activistas.

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un sabor amargo

Lo que está en juego en torno a la reintegración de Adrien Quatennens en el grupo parlamentario La France insoumise (LFI) no puede extraerse de estos elementos de contexto. Probablemente expliquen por qué la reintegración no pasa. Si bien la votación relativa a su reintegro se realizó de forma democrática dentro del grupo, que Adrien Quatennens ha seguido la formación solicitada y que probablemente ha revertido sus declaraciones públicas de diciembre de 2022 -en las que se presentaría como víctima de la ‘ONU’ “linchamiento mediático” − durante la audiencia parlamentaria, su reincorporación planteó un problema. Por qué ?

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