La economía del Atlético sufre un nuevo golpe con el ‘criptofiasco’ de WhaleFin
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La plataforma de ‘trading’ digital, principal patrocinador del equipo rojo, porque sacó un bono de cinco años (a razón de 40 por curso), sufrió una grave crisis
El 17 de julio de 2022, Enrique Cerezopresidente del Atlético de Madrid, presentó el acuerdo de patrocinio con WhaleFin, la plataforma de comercio digitales de Amber Group. Lo hacia acompañado de Michael Wu, CEO de la empresa de criptomonedas con sede en Hong Kong. «Iniciamos una nueva era para evolucionar y posicionarnos a la vanguardia del mundo digital», ambicionaba Cerezo. «Los seguidores rojiblancos tendrán un metaverso donde coleccionarán productos digitales», añadía Wu.
Apenas un semestre después, el ‘Atletiverse’ es un punto de colgar el cartel de cerrado por la crisis que sufre Amber Group, con quien el Atlético había firmado un acuerdo por cinco años para lucir como ‘main sponsor’ en la camiseta rojiblanca (discutida por su diseño). A falta de confirmación oficial, WhaleFin tan solo habrá abonado el pago del primer curso: 42 millones de euros. El acuerdo superaba con creces los 15 millones que había pagado Plus 500 (bróker digital), el anterior patrocinador, en los cuatro ejercicios anteriores.
Gracias #Atleti para las camisetas oficiales 2022/2023!
Para celebrar nuestra asociación, WhaleFin entregó al Atleti un Certificado de Adopción de Ballenas del Atlético y un #NFT de dicha ballena 🐳⚽
Trabajando juntos para asegurar un futuro sostenible para el deporte, las finanzas y el medio ambiente 💪 pic.twitter.com/5yQ64up9fr
— BallenaFin (@WhaleFinApp) 19 de julio de 2022
El FTX, principio del fin
La situación financiera de Amber Group se ha deteriorado en los últimos meses, en los que el sector de las criptomonedas ha sufrido una caída en cascada tras la bancarrota de FTX, una de las plataformas más importantes. La empresa, con sede en Bahamas, había logrado se convierte en patrocinador nominativo del Miami Dade Arenadonde juegan los Heat (NBA) se asoció allí con millonarias con deportistas de primer nivel como tom brady.
Por si pocas señales del riesgo, el Atlético recibió la definitiva cuando en diciembre Bloomberg informó que WhaleFin ya había patrocinado a Chelsea. Su matriz, Amber Group, acababa de rescindir a la mitad de la plantilla de su sede central. Como en el caso de los rojiblancos, el acuerdo de esponsorización con el club inglés databa de verano. La ruptura de los patrocinios de esta plataforma es un capítulo más dentro del aluvión de pactos que han establecido en los últimos años entre las empresas deportivas y digitales.
WhaleFin está encantado de ser parte de este hermoso juego, y nos sentimos honrados de apoyar a los jugadores y fanáticos de @Club de fútbol de Chelsea! Encantado de llevar la experiencia de activos digitales a los aficionados al fútbol de todo el mundo. https://t.co/w723O42TAx
— BallenaFin (@WhaleFinApp) 12 de mayo de 2022
La asociación masiva reproduce ciclos como los que firmaron con empresas de telecomunicaciones a commenzos de los 2000 o más recientemente la red que había tejido con las casas de apuestas. Empresas como Betway, asociado a cinco equipos de LaLiga, se quedaron fuera de las camisetas tras la normativa aprobada por el consejo de ministros que se hizo efectivo en la temporada 2021/2022. Aquello provocó una subida de 90 millones de euros que se aprobó en parte para la economía digital.
Entre los nuevos que entraron, la turca Bitci, que acabó denunciada por el Espanyol tras incumplimiento de los plazos de pago. También combustible patrocinador principal de, por ejemplo, el Baskonia de la ACB y que compite en Euroliga. Vistas las idas y venidas, ¿por qué equipos de primera fila vienen el Atlético o el Chelsea que apuestan por firmar patrocinios a largo plazo con empresas como WhaleFin? «Porque la industria del fútbol es cortoplacista. Necesitan el capital de inmediato, no piensan en lo que sucederá en seis años», explica un EL PERIÓDICO DE ESPAÑAdel grupo Prensa Ibérica, Ivan Cabeza, profesor del Departamento de Economía y Empresa de la Universidad de Barcelona y director general de Unlock.
Hasta la quiebra de FTX, las criptomonedas vivieron un momento dorado, con inversiones de 2.400 millones de dólares y un horizonte de 16.000 millones del márketing deportivo para 2026. Para Cabeza, se ha producido una tormenta perfecta. Por un lado, equipos como el Atlético de Madrid con necesidad de liquidez inmediata.
Situación económica delicada
Del otro, el mundo ‘crypto’, compuesto por «proyectos que han hecho mucho dinero en los últimos años partiendo desde una valoración cero». Cabe recordar que la entidad rojiblanca atraviesa una delicada situación económica que arrastra desde el verano, cuando fue imposible cerrar salidas importantes, algo que simplemente ha parcheado en invierno (con salidas como la de Joao Félix, a préstamo en el Chelsea).
A esto hay que sumarle el varapalo de la eliminación prematura de cualquier competición europea. El resultado es un agujero que ronda los 50 millones en una entidad que este año se ha quedado para todo el tramo final de temporada con el único objetivo deportivo de volver a clasificarse para Champions. El ‘criptofiasco’ con WhaleFin obliga al Atlético a buscar otro patrocinador principalal que llegará en unas condiciones menos ventajosas por el fracaso de este acuerdo, que debilita la marca.
“Cuando tienes el presupuesto cubierto, te puedes plantar planes a tres o cuatro años, cuando tienes que cumplir con el mismo, simplemente ponderas las cantidades que ofrecen una u otra marca”, asegura Cabeza, quien consideró que los fracasos como el de WhaleFin pueden ser el final de una primera era, «pero no se puede generalizar con todas las empresas de economía digital ni meterlas en el mismo saco que las de criptomonedasporque seguro serán muy importantes en los patrocinios».
Difícil de perseguir
Aunque para esta nueva etapa, deberán darse cambios en las compañías de criptomonedas. «Estamos hablando actualmente de empresas descentralizadas, que no están constituidas como sociedades mercantiles. Por lo tanto, para un club, firma un contrato por cinco años con una entidad jurídica así, es un riesgo. Es muy dificil de perseguir. Asociarte con ellas también tiene un riesgo reputacional, porque lo más seguro es que cumplir con el contrato”, explica el catedrático de Economía de la Universidad de Barcelona, anticipando el fracaso ante posibles medidas legales que pueda llevar a cabo el Atlético por incumplimiento de contrato.
Para las empresas de ‘cryptoactivos’, el consumidor de la industria deportiva es muy atractivo. Aunque sus diferentes industrias, algunos rasgos coinciden con los clientes de las casas de apuestas. «Es un sector donde los clientes son aficionados, apóstoles de sus markas, que tienen sentido de pertenencia«, describe Cabeza. Algo similar sucede con los inversores en criptomonedas, que habitualmente enarbolan la bandera de las divisas en las que invierten, utilizando etiquetas que ponen además números de usuario.
Por tanto, a pesar del varapalo, la economía basada en el ‘blockchain’ está enraizada ya en los clubes mundiales. Otra muestra son los fanáticos de las fichas o los NFT que han sacado practicamente todos los equipos, a excepción del Real Madrid, con un conservatorio patrocinio plantamientor que, a juicio de Cabeza, cambiará por el efecto arrastre que provocó la espiral de un deportado en constante búsqueda de liquidez. Aunque esta sea una carrera de obstáculos por la que transita a toda velocidad.