Guerra en Ucrania | Ucrania acumula fuerzas para la primavera tras un año de resistencia

Las tropas de kyiv se prepara para volver a la iniciativa en el campo de batalla una vez disponer de nuevos tanques y municiones

Siversk, una de tantas ciudades sin personalidad del Donbáslocalidad de tamaño medio y precarios bloques de apartamentos de cuatro pisos, población reventada hasta la saciedad Durante la Cruenta batalla entre las fuerzas ruso allá ucranianas que tuvo lugar el pasado julio, villa donde no queda ni un apartamento de viviendas individuales que no se presenta golpes de artillería, techos hundidosVaya balcones ennegrecidos por las llamasagujero negro give a puñado de sombras humanas aún camina sobre el barra congelada de sus calles desiertas, simboliza como pocas el estado de ánimo con el que afronta el bando ucraniano este segundo año de la invasión rusa. Situada en la misma frontera que separa las provincias de Donetsk allá Luganskcon el horizonte presidido por la silueta de la giganteca planta petroquimica de Lisichansk, ya en manos de las tropas del Kremlin, esta urbe y sus alredorores son uno de los escenarios donde las tropas del grupo Gonor, comandadas por Serhii Filimonov, rechazan casi a diario incursions rusas que intentan romper el frente y culminar la conquista complete del Donbás . Cuando dentro de unas semanas comeienen a llegar los tanques Leopardo desde Occidente -entre otras armas prometidas- Filimónov y sus hombres prometen cambiar de táctica militar, pasar a la ofensiva e iniciar una contraofensiva hacia el este para expulsar de una vez por todas a los ocupantes rusos.

El bronceado anunció empuje ruso de la provincia de Lugansk para cumplir con los deseos del Kremlin de someter a las dos provincias orientales ucranianas de cara el primer aniversario de la contienda aquí se está materializando en la forma de avanzadillas de blindados que, de momento, no se están logrando modificaciones sustanciales en la línea de frente. Hace unos días «intentaron entrar con cinco tanquesdestruimos dos y el resto se separaron», cita como ejemplo Filimonov. «Las líneas de frente se mueven como máximo 100 metros a un lado u otro, no hay cambios», insiste. El comandante, de apenas 28 años aunque con una dilatada trayectoria como combatiente, además de amigo personal del cineasta Oleg Sentsov, encarcelado por Rusia por cinco años Tras la anexión de Crimea en 2014, afirmó que, en cuyo caso, los tanques prometedores, la actitud y la de sus hombres en el campo de batalla serán muy diferentes y serán todos quienes tomen la iniciativa.

El grupo Gonor se enfrenta aquí a «muy buenos planes de unidades enemigas». Por un ladosoldados regulares del ejercitopor otro, mercenarios del grupo wagner y ultimamente tropas aerotransportadas. Enfrentarse a los regulares es soldados, según su opinión, la tarea «más fácil», ya que aplica «a rajatabla lo escrito» en los manuales militares rusos y son muchos predecibles. «Primero bombardean con artillería, luego intendan avanzar con tanques y por último lanzan a la infantería», enumeración. In cambio, los paramilitares del grupo comandado por Yevgueni Prigozhin, an excriminal convicto Become an oligarca ya cuya cabeza ha puesto precio el fbi estadounidense, hijo «mucho más cábiles», informó. «Actúan en grupos pequeños y lanzan incursiones nocturnas, apenas utilizan blindados, que son un blanco fácil para nosotros», apostilla. Con todo, frente a las próximas semanas con una optimismo moderado: «si no hacen más (los rusos), es que no pueden».

economía comatosa

La ofensiva rusa ha dejado a la economía de los distritos del Donbás todavía en manos del Gobierno de Kyiv en estado comatoso. Ciudades de tamaño respetable como Kramatorsk, que incluso tras el 2014 habían logrado administrar la actividad y evitar la huida masiva pese a la cercanía de la guerra en la región conindante, en la actualidad apenas pueden mantener el pulso del dia a dia. Durante las largas noches invernales, las calles se sumen en la oscuridad y apenas se divisan luces emergiendo de las ventanas. El toque de queda es más estricto que en ciudades situadas más lejos de los combates.

Las grandes ciudades como kyiv o Járkov recuperan una cierta ‘normalidad bélica’ mientras la sociedad ucraniana va borrando progresivamente los vestigios de la cultura rusa

En cambio, en las grandes ciudades como Kyiv Vaya Járkovque en los primeros compases de la guerra sintieron el aliento de las columnas blindadas lanzadas desde el otro lado de la frontera, llegando a ser fuertemente bombardeadas, han recuperado una suerte de ‘normalidad bélica’, con restaurantes y locales abiertos e incluso mostrando sus calles tráfico pesado en algunas horas punta, una vez se han afianzado en los últimos meses como los grandes baluartes de la retaguardia para el Estado ucraniano. La población, por lo general, se mantiene más desafiante que nuncatras comprobar colgante los últimos 12 mesesque su ejercito no ha sido solo capaz de por el golpe y frenar a los ocupantes, sino de hacer retroceder, incrementando su fe en las posibilidades de victoria. «No podemos detenernos; tenemos que seguir combatiendo, es la única opción cuando te quieren aniquilar como país», sostiene Tatiana Stawnychypresidente de la sección ucraniana en una oenegé internacional.

Durante muchos años, Ucrania parecía irremisiblemente dividida entre el proeuropeo occidental y ucrainófono y el oriente prorruso y rusófono. Esta brecha, Durante este último año, parece haber desaparecido por completo ante la agresión lanzada por el país vecino hace 365 días. Muchos habitantes incluso se niegan a hablar en ruso con extranjerosweights a ser su lengua materna, prefiriendo el inglés, y únicamente existe un debate entre quienes apoyarían una posible fuego alto sí No. “Ya no hay prorrusos; la discusión es entre quienes prefieren seguir luchando y quienes apostaron por una mala paz«, un eufemismo utilizado por un taxista anónimo de Dnipro para definir cualquier acuerdo al que pueda llegar su Gobierno con la La Rusia de Putin.