Elisabeth Borne compromete la responsabilidad de su gobierno por el artículo 49.3, las oposiciones deben presentar mociones de censura

Ante la Asamblea, los dirigentes gremiales instaron a los diputados a votar en contra de la reforma

Les abords du Palais-Bourbon sont occupés par une nuée de journalistes et de manifestants venus faire pression sur les députés, et écouter les dirigeants syndicaux les appelant à voter contre la réforme des retraites, alors que les débats dans l’hémicycle sont supposés commencer à 15 horas.

“Si estamos aquí es porque pensamos que los representantes electos del pueblo deben respetar la opinión del pueblo y por lo tanto votar en contra”asegura Philippe Martínez, el secretario general de la CGT. «No se trata de rendirse» la protesta si se aprueba la reforma o si el gobierno recurre a la 49.3, asegura, citando, entre otros ejemplos de la determinación de los trabajadores, las huelgas de recolectores de basura que perturban la gestión de residuos en 35 ciudades.

Los diputados “no son representantes de un partido político, son representantes de sus conciudadanos”según Laurent Berger, secretario general de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), quien pide a los funcionarios electos que “escuchar lo que está pasando en sus distritos electorales”.

François Hommeril, Presidente Confederal de la Confederación Francesa de Gestión – Confederación General de Gerentes (CFE-CGC), por su parte leyó con acentos solemnes una declaración de la intersindical. “La democracia representativa y la socialdemocracia pueden y deben complementarse”, declaró, recordando que el proyecto de reforma suscitó desde su concepción “una unidad sindical de determinación, unidad y duración sin precedentes”.

“Nuestros argumentos son correctos”continuó, con respecto a un proyecto «falsamente anunciado como necesario» por el ejecutivo. “Todas nuestras organizaciones han hecho reiteradas propuestas que el gobierno se ha negado a considerar”recordó, contrastando, según él, con el “trucos constitucionales” empleado por el campo presidencial “escapar del debate democrático y pasar por la fuerza”.

Y para concluir con un discurso directo a la responsabilidad de los parlamentarios, que “debe tranquilizar a los ciudadanos sobre su capacidad de escucha, sobre el interés que tienen por sus expectativas y su sufrimiento”carro “se trata de la confianza que aún pueden tener los ciudadanos en las instituciones de la República”.

Sobre el Autor