Elecciones en México 2021: estrategia, historia y datos: cómo leer estas elecciones  Opinión

Elecciones en México 2021: estrategia, historia y datos: cómo leer estas elecciones Opinión

Los resultados de estas elecciones no serán fáciles de descifrar. Diferentes países intentarán interpretarlos cuando les convenga. Morena dirá que mantener la coalición legislativa en mayoría y ampliar el número de países que controla será una victoria. La Unión PRI-PAN-PRD no lo verá así. Para ellos, cualquier reducción en la cantidad de votos recibidos por López Obrador en 2018 será una gran prueba del rechazo del electorado por parte del partido del presidente. Si la coalición también gana en más países de los que se esperaba que ganara el día de las elecciones, su victoria, dicen, será asombrosa. Por su parte, los partidos más pequeños, como PVEM y Movimiento Ciudadano, probablemente se declararán ganadores si logran al menos una gobernación.

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La única forma de intentar interpretar esta elección es mirarla desde una perspectiva histórica. Para lograrlo, analicé los resultados de todas las elecciones que México realizó luego de su reciente democratización en 1997. Esto incluyó la observación de las votaciones, escaños y participación de ocho legislativas, cuatro presidenciales y 28 estatales celebradas simultáneamente con la intermedia. Los datos muestran que la victoria de la oposición tendría al menos tres componentes.

Primero, conduciría a un mayor desgaste por parte del partido gobernante de lo que se observó en elecciones parciales anteriores. No hay un solo presidente en la historia democrática de México cuyo partido no haya perdido un escaño en la escuela secundaria. Por eso no será interesante ver si hubo ropa para Morena, sino cuánto será ese desgaste.

El desgaste más bajo jamás registrado en una escuela secundaria en México ocurrió en 2015. Luego, el PRI de Enrique Peña Nieto redujo su banquillo en solo 10 escaños, pasando de 213 a 203 legisladores. Por otro lado, la mayor debacle histórica la observó el PAN de Felipe Calderón, partido que perdió 63 escaños en 2009, con solo 143 de 206 legisladores.

Teniendo en cuenta estos datos, se puede argumentar que a Morena le irá mal en las elecciones de 2021 si pierde más de 47 escaños, más que el debilitamiento promedio del partido gobernante desde 1997. Por otro lado, si pierde menos de Con 10 escaños, Morena se convertirá en el partido con menor desgaste político en un cuarto de siglo. Esto significaría un fracaso sin precedentes para la coalición PRI-PAN-PRD en la vida democrática de México.

Una segunda variable a considerar al evaluar los resultados de estas elecciones parciales es el posible contagio observado por el partido presidencial hasta las elecciones locales. Desde 1997 hasta la actualidad, el Ejecutivo Federal ha logrado ganar un promedio del 41% de las gobernaciones tomadas durante las elecciones parciales. Es decir, el presidente suele «contagiar» cuatro de las 10 elecciones simultáneas en los estados.

El caso más exitoso de contagio con provincias federales fue el PRI en 1997. Este año, el PRI retuvo el 57% de las siete gobernaciones que celebraron elecciones paralelas. El caso menos exitoso es el del PAN en 2009, que infectó solo una de las seis elecciones para gobernador local.

Así, se puede decir que la coalición PRI-PAN-PVEM tendrá éxito si logra hacer perder a Morena en más de seis elecciones paralelas. Actualmente, de las 15 provincias comprometidas, 14 están en manos de partidos opuestos a Morena. Si los oponentes logran quedarse con la mitad, será una señal de que están ganando localmente.

Otra clave interesante de la fuerza de la coalición PRI-PAN-PRD vendrá del análisis de los casos de países donde nunca ha habido alternancia política, es decir. casos en los que el PRI gobernó después de la Revolución Mexicana. Actualmente en México, solo cinco países se encuentran en estado de desorden y de estos dos habrá una disputa: Campeche y Colima. Durante la última década, la forma más exitosa de erradicar el desorden ha sido la alianza PAN-PRD. El 75% de los casos en los que fue posible «sacar al PRI» se deben a esta unión.

Por tanto, un síntoma inequívoco del triunfo de la coalición PRI-PRD-PAN sería que ganen en Campeche o Colima. Si, por el contrario, la derrota del PRI proviene de partidos más pequeños, como el PVEM o el Movimiento Ciudadano, sería una gran prueba de que México está haciendo una sólida transición hacia el multipartidismo.

Finalmente, el componente final de la victoria de la coalición PRI-PAN-PRD será la observación de una participación mayor que la que hemos visto en elecciones parciales anteriores. La coalición PRI-PAN-PRD se basó en la polarización del electorado y promovió la noción de que la victoria de Morena representaba un riesgo existencial para la democracia mexicana.

Si su estrategia funciona, debemos ver una mayor participación en las elecciones, ya que la polarización tiende a aumentar la importancia relativa del voto para los ciudadanos. Dado que la participación media en el intermedio es del 48%, cualquier dato de participación superior a este será una prueba de que la estrategia de la coalición opositora ha funcionado. Eso haría votar a 45 millones de personas.

Esta estimación podría ser conservadora, ya que es probable que la participación sea más alta que en la historia debido al simple hecho de que mediados de 2021 coincide con la elección de 15 gobernaciones. No ha habido más elecciones parciales populares en los últimos 25 años. De hecho, el promedio desde 1997 ha sido de siete opciones intermedias simultáneas.

En general, sea cual sea el resultado de las elecciones de 2021, estas elecciones serán un referéndum para el gobierno de López Obrador. El presidente ingresó a las elecciones de mitad de período con un 61% de aprobación, cuatro puntos por encima del promedio de un cuarto de siglo. Esto lo deja en una posición similar a la de Vicente Fox en 2003, pero muy por debajo de la alcanzada por Felipe Calderón en 2009, que hasta entonces había mantenido un sólido índice de aprobación del 66%. López Obrador sigue siendo el principal y más importante candidato para los votantes de Morena.

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