El clima prelectoral dinamita la cumbre antisequía e impide un acuerdo sobre las multas a municipios

Apenas 58 días para elecciones municipales se antojan muy pocos para que los partidos políticos alcancen un acuerdo que incluya sanciones, precisamente, a municipios. Esta parece la moraleja que se extrae de la cumbre antisequía celebrada este viernes en el Palau de la Generalitat, entre el Govern y los partidos políticos. The meeting finalizó con un preacuerdo sobre la mesa que, al final, no fue validado por las diferencias en un solo punto: el de las multas. El ‘asesor’ de Acció Climática, Teresa Jorda, Afirmó a la salida del encuentro que el Govern iba a tirar adelante el resto de puntos de lo que tenía que ser el acuerdo. «Para que haya un pacto debe de haber voluntad de llegar a acuerdos», dijo Jordà, acusando veladamente al PSC del choque del cónclave.

La obstrucción se divide en la lejanía. Combustible principal punto de privación con el decreto ley aprobado por el Govern el 28 de febrero, junto con la presunta unilateralidad de la administración catalana, atribuida por PSC y Junts y negada por el propio ‘president’ Padre Aragonès. Y el Govern, como ya avanzó este diario, se mostró dispuesto a abrir la mano en cuanto al régimen sancionador, precisamente para evitar lo que ha terminado pasando.

Julio, ultima oferta

Así, la propuesta de Acció Climática en este periodo fijaba para junior el inicio de la tramitación de expedientes sancionadores a los municipios que incumplan el decreto. La última oferta fue trasladarla a julio. Sin embargo, según fuentes del Govern, el PSC se ha enrocado en pedir que fuera en septiembre, es decir, después de la temporada estival. Algo que el Executiu ha considerado inaceptable por cuanto sin el elemento disuasorio de las multas, la llegada prevista al estado de emergencia, es decir, a las restricciones al consumo interno, ahora previsto para septiembre, podría adelantarse.

El portavoz socialista, Silvia Paneque, decir en rueda de prensa, sin embargo, que su partido reclamaba retirar el decreto el régimen sancionador en su integridad. «Es un error sacar adelante este decreto de espaldas a los municipios y, además, señalarlos», apuntó.

Antes de la intervención de la socialista, la ‘consellera’ había señalado que era obvio que el Govern no creía que un golpe de multa se iba a solucionar la garantía de consumo de l’eau. «Ni tan solo fijamos una fecha de inicio para la incoación de expedientes», alegó Jordà. Pero, al mismo tiempo, apostó de nuevo por la necesidad de un régimen sancionador, que actúe como agente disuasorio. “A la industria y la agricultura se les ha recortado el consumo. Es lógico que los ayuntamientos tienen que ser los primeros que tienen que cumplir con los criterios del decreto”, insistió.

vigilancia mutua

¿Por qué si solo ha saltado un punto no se ha firmado el resto? Porque los partisdos se miran de reojo, como los ciclistas en un sprint. El Govern quería que todos los partidos suscribieran el paquete completo de medidas, para evitar que, en plena campaña para las elecciones, pudiera haber desmarques interesados ​​de las medidas, en caso de empeoramiento acelerado de las reservas de agua. Nadie confía en nadie.

También Junts acudió en la reunión con el intención de acabar con el régimen sancionador. Sin embargo, en la reunión, «por responsabilidad», terminó por aceptar la moratoria hasta julio. La posición convergente Alberto Batetcon todo, se ancló en la falta de acuerdo para clamar que el fracaso era atribuible, únicamente, al Govern, un Executiu «que no lidera».

Para la líder parlamentaria de los Comuns, jessica albiachel Govern es «poco ambicioso» y, como Batet, pas de pilota. Eso sí, en el sentido opuesto. If el posconvergente se quejaba de las multas, la común lamentó la “barra libre que tienen los cruceros y la oposición del Executiu ha limitado la presencia de estos barcos al 50%. Ahora bien, también denunció el «chantaje de la pinza PSC-Junts con trasfondo electoralista». El último de los partidos con quien el Govern había mantenido contactos, la TAZApor su parte, dijo también tanto a socialistas como a Junts por haber «enrocado en acabar con las posibles sanciones».

floridos vergeles

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Albiach dibujó ante los micrófonos lo que otros portavoces repitieron en una conversación informal. «Según el decreto que querrían el PSC y Junts, el tenemos problemas agricolas en forma de restricciones para mirar a los campamentos, mientras que los ayuntamientos podrían verter agua sin límite sobrio en los jardines».

El componente electoral («tienen en la cabeza poder tener todo verde y bonito cara a las elecciones«, dijo otro asistente a la reunión) estaba en boca de todos.

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