Cuando el estudio de las fibras antiguas arroja luz sobre los usos actuales del lino

Sobre el arte de poner lo antiguo al servicio de moderno. Equipos franceses han analizado ropa mortuoria de 4.000 años de antigüedad encontrada en sarcófagos egipcios y muestras de lienzos italianos del 17mi y XVIIImi siglos. La forma en que estas fibras de lino han envejecido debería ayudar, esperan los investigadores, a comprender el comportamiento del lino moderno, una vez incorporado a los materiales ecológicos compuestos.

Echemos un breve vistazo a la larga historia del lino. Aunque muchas veces hace referencia al Egipto de los faraones, esta fibra textil ha forjado lazos aún más antiguos con el hombre. Diminutas fibras de lino que datan de hace 38.000 años fueron encontradas en una cueva en Georgia en 2009. Llevaban rastros de torceduras y pigmentos y representaban el primer tejido conocido producido por nuestra especie.

Alrededor de 3.000 años antes de nuestra era, el lino se convirtió en el textil emblemático de la Alta Antigüedad egipcia. Luego los fenicios, grandes navegantes, introdujeron esta planta en Grecia, Roma, Bretaña, Inglaterra, Irlanda… desde 1.200 años antes de nuestra era. En el año 789, Carlomagno dio un fuerte impulso a la artesanía de estas fibras, ordenando que cada casa de Francia obtuviera las herramientas necesarias para el trabajo. en el XIIImi siglo, un tejedor llamado Baptiste, nacido cerca de Cambrai, perfeccionó un proceso de tejido de gran delicadeza. El lino “batista” se convierte entonces en el “paño de reyes”. Este textil alcanzó su apogeo en el siglo XVII.mi siglo, luego fue reemplazado gradualmente por el algodón y declinó fuertemente en el XIXmi siglo. Volverá a estar a favor en la segunda mitad del XXmi siglo, impulsada por la selección varietal y la mecanización de la agricultura y el scutting.

Fibras más rígidas y frágiles

Volvamos al análisis de los viejos lienzos. En 2021, el equipo CNRS de Alain Bourmaud de la Universidad de Bretagne-Sud demostró por primera vez que la ropa de cama de cuatro mil años de antigüedad, extremadamente bien conservada gracias a la temperatura y la humedad de las tumbas, conserva muy buenas propiedades mecánicas. Sin embargo, los defectos estructurales de sus fibras “son mucho más pronunciados que los de las fibras de lino modernas”subraya este especialista en materiales. “Estas fibras antiguas se han vuelto un poco más rígidas y un poco más quebradizas que las fibras modernas, porque sus constituyentes menos estables, pectinas y hemicelulosas, se han degradado”especifica.

La ampliación de un área dañada revela la red interna de la fibra, con su refuerzo de microfibrillas de celulosa.

Para este trabajo realizado en colaboración con el sincrotrón Soleil (Essonne), el instituto Femto-ST (Doubs), el Museo del Louvre, el Inrae de Nantes y las universidades de Montpellier y Cambridge, los investigadores utilizaron una batería de técnicas no destructivas. Por ejemplo, la microscopía de fuerza atómica (AFM) permite mapear la superficie de las fibras, a escala nanométrica, y mapear su rigidez. Mientras tanto, la microscopía de dos fotones (2PEF) exploró la organización de la celulosa, una molécula larga que constituye el 80% del lino.

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