¿Contrataste un seguro al comprar un artículo? Ahora puedes dejarlo más fácilmente.

Nada es más desagradable que que te ofrezcan insistentemente un seguro a la hora de comprar una nevera, un móvil o un viaje. Este seguro, llamado, en la jerga, «afinidad», puede consistir en una garantía ampliada, que permite el reembolso durante un período superior a la garantía legal en caso de mal funcionamiento. También puede ser una indemnización en caso de rotura, robo o pérdida. Para viajes, el seguro de afinidad más común es el seguro de cancelación o indemnización por robo de equipaje.

Estos seguros a veces cubren una necesidad real. Sin embargo, el cliente no siempre sabe exactamente a qué se compromete. “Rara vez es capaz de leer el contrato y, cuando necesita implementarlo, se da cuenta de que varias cláusulas, en particular la obsolescencia, lo privan de cualquier compensación”, observa Matthieu Robin, subdirector de estudios de UFC-Que Choisir. La asociación de consumidores explica que está apoderada de un gran número de litigios con este tipo de seguros.

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Otra desventaja: estas garantías aumentan el precio del bien o servicio innecesariamente si el seguro de la tarjeta de crédito o del hogar del cliente ya cubre el riesgo incurrido.

Una vez contratado el seguro de afinidad, no siempre ha sido fácil renunciar a él. Sin embargo, la situación ha cambiado desde el 1oh enero de 2023, con la entrada en vigor de lo dispuesto en el artículo 18 de la ley de 16 de agosto de 2022 sobre poder adquisitivo, complementado por un interrumpido del 5 de diciembre de 2022.

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Anteriormente, el consumidor que deseaba rescindir su contrato a título gratuito debía acreditar que ya estaba cubierto por una garantía para uno de los riesgos asegurados por el seguro de afinidad. Y solo tenía cuatro días después de firmar el contrato para hacerlo. A partir de ahora, el suscriptor ya no tiene que justificarse, y el plazo de renuncia se amplía a treinta días.

Otra novedad: cuando se ofrece al cliente uno o más meses de seguro, el plazo de desistimiento sólo corre a partir del primer pago (que en ocasiones se produce varios meses después de haber contratado el seguro).

Un “botón” en línea

Sin embargo, para terminar dentro de este período de treinta días, se deben cumplir ciertas condiciones. En primer lugar, el contrato debe ser adicional a la compra de un bien o servicio, y ser celebrado con fines no profesionales. Además, no debe haberse realizado en su totalidad y no debe haberse declarado ningún siniestro durante el período de desistimiento. Si se cumplen estas condiciones, el asegurador deberá reembolsar el importe de la prima ya pagada todos los días dentro de los treinta días siguientes a la extinción.

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