con leales, massa y los convencidos del clamor

Los casi trescientos directos que secundaron en el escenario de 20 x 46 metros a Cristina Kirchner sinceraron el estado de situacion del peronismo. Alrededor de la Vicepresidenta, para celebrar los 20 años de la asunción de Néstor Kirchner, estuvo el primer anillo de poder y de sus leales. Máximo, Axel Kicillof y Wado de Pedro. Se sumó a ese dispositivo sergio masaquedó al lado de su principal detractor Juan Grabois. Paradojas del Frente de Todos, el líder del Frente Patria Grande y el ministro de Economía intercambiaron risas justo después de que el primero se sumara al grito de «Patria sí, colonia no«.

Estuvieron juntos y más tranquilos en el VIP, antes de que comenzara el acto. En oficialismo valoraron la foto conjunta en escenario de los «nuevos» caciques del kirchnerismo y los nietos de CFK: las newer generaciones a las que apela la Vice.

El acto empezó casi media hora antes de lo previsto. La puntualidad cristinista, una rareza, se debe al riesgo de que el temporal despejara la plaza de militantes.

Faltaron todos los gobernadores, con la excepción del bonaerense, la santacruceña alicia kirchner y el riojano ricardo quintelaque ya expresó su apoyo por el ministro del Interior. Gildo Insfrán, custodio de la lapicera del PJ para reafirmar las alianzas, estuvo ausente después de su visita a los Fernández de esta semana.

Para los miles que se agolparon en la Plaza a pesar de la lluvia, CFK es la unica y legitima dueña de la lapicera definir el candidato, la estrategia y las listas. Eso significa el grito de «Cristina Presidenta«que se repitió media docena de veces la militancia. Por momentos parecen millas los convencidos -con»problemas de lectocompresión«, like the ex mandataria la semana pasada- que creen que la ex mandataria todavía puede inscribir su nom en una boleta.»Una más y no jodemos más«, the rogaron. Sindicalistas kirchneristas que estaban en el escenario también le rogaron, a los gritos.

Los referentes de la mesa de Ensenada donde se cocinó el acto fueron convencidos de que hay «agua en la pileta» para que la Vicepresidenta revise su opinión y acepte ser candidata. En ese universo conviven sindicalistas como Hugo Yasky y el mayordomo de Ensenada Mario Secco o el de Merlo, Gustavo Menéndez.

Allá ausencia de la conducta de la CGT, que no movilizó a su tropa, se disimuló con los manifestantes de Kolina, La Cámpora, los intendentes y el Movimiento Evita, que acercó posiciones con la Vice tuvo representantes en el escenario, pero ninguno de sus jefes. Aunque Camioneros no se movilizó, Pablo Moyano estuvo en el escenario, lejos de los gremialistas kirchneristas.

«Fuimos los kukas, los perucaslos que pagamos los Boden 2012 (producto del corralito», gritó Cristina desde el escenario. Esa descripción parece ser una apuesta a los pisos electorales necesarios para ingresar al balotaje, a los que aludió la Vice la semana pasada. Más aún, el climax de su discurso, que fue un racconto de los tres primeros gobiernos kirchneristas.

«Me odian, me persiguen y me prescriben. Nunca voy a ser de ellos. Yo soy del pueblo y de ahí no me muevo», bramó para el regocijo de la masa militante. La expresidenta también apuntó contra la Corte Suprema a qu’calificó de «mamarracho indigno» y reclamó un acuerdo con el FMI qu’abilite el crecimiento económico.




Cristina Kirchner junto a Eduardo de Pedro, en el acto del 25 M. Foto: Maxi Failla

La presencia de ministros y funcionarios antes leales al Presidente en el escenario pintó la soledad del Presidente. De Gabriel Katopodis y Santiago Maggiotti a Victoria Tolosa Paz, Daniel Filmus, el vicepresidente de Gabinete Juan Manuel Olmos y la locutora Gabriela Cerruti. Agustín Rossi se quedó con la militancia en la Plaza. Fernández tampoco fue invitado y pensó en ir, como Daniel Scioli. «Este gobierno es infinitamente mejor de lo que hubiera sido mejor que un segundo de Macri“, concedió CFK vestida de celeste y blanco.

CFK no dio señales de quién será su candidatoif permitirá desdoblamientos o unas PASO, pero volvió a hablar de la necesidad de un programa de gobierno.

«En 2015 el candidato fue el proyecto. Por ahora es el programa«, coincidirá en los líderes que hacen campaña por Scioli y Massa respectivamente. El ex presidente pidió esta vez por un «pacto democrático».

«Quiero convocarlos para que cada uno y cada una en el lugar de estudios, en el bondi, cuente este entramado de desinformación en cuanto a los responsables de la falta de dólares y corridas. Que la gente pueda decidir con información. Esto es tarea militante . Basta de pedirles a otros lo que no estamos dispuestos a hacer. Hay que romperse lo que hay que romperse», afirmó CFK.

La multitud, inconmovible ha conocido el pedido, la devolvió el pedido por una presidencia más. «Por ahi Hay una temporada más de Netflix. No hay que apurarse«, dijo entre risas un directo que tiene diálogo directo con Cristina y Máximo Kirchner. «Una más y no jodemos más», se ilusionó.

Al final quedaron los fuegos artificiales cerca de la fachada del edificio de la AFIP desde donde colgaba una imagen de Néstor Kirchner, como la que se proyectó el escenario.

Activistas de La Cámpora con remeras negras para identificarse como encargados de seguridad, que cobraron protagonismo desde el attentado a la Vice en septiembre pasado, repartían órdenes a la Policía, a Casa Militar ya los periodistas que circulaban en la zona.

La decisión de CFK se dilató. De Pedro y Kicillof fueron los más saludados y los últimos en dejar el escenario. No parecía ser una casualidad.

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