Lula da Silva busca espacio en la escena mundial y viaja a China con una propuesta de paz para Ucrania

Brasil quiere volver sur rol de actor global con la visita que realizará la semana próxima a China el presidente Luiz Inácio Lula da Silva en busca de una serie de acuerdos que permitan el salto tecnológico para la reindustrialización del país, la reducción del dólar en el comercio bilateral y un reposicionamiento junto a Xi Jinping para tejer un posible grupo de paz que medie entre Rusia y Ucrania.

Lula estará dos días de visita oficial en China -el jueves 13 en Shanghái y el viernes 14 en Beijing- para la firma de 20 acuerdosen una gira que será una muestra de fortaleza entre la principal economía latinoamericana y el gobierno de Xi Jinping, principal socio-comercial de Brasil desde 2009.

Uno de los objetivos de Lula es posicionarse, a través de habilidades comerciales y la activación de un fondo binacional, en un receptor privilegiado de inversiones y transferencia de tecnología china para el proyecto de reindustrialización brasileña, debido a que el boom de los productos primarizó el tejido productivo de Brasil en las últimas tres décadas.

Un ejemplo simbólico de cómo China ganó espacio para Estados Unidos en Brasil es la visita que Lula hará a la fábrica del principal proveedora de 5G del mundo, Huawei, vetada por Washington.




El Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, con el Vicepresidente de China Wang Qishan, en Brasilia, el 1º de enero pasado. Foto: REUTERS

Además, el mandatario anunciará que la empresa de vehículos eléctricos BYD, gigante china ya instalada en Brasil, alquirirá la abandonada planta en Bahía de la estadounidense Ford, que dejó el país durante el gobierno de Jair Bolsonaro.

Lula debió postergar dos semanas la visitó a raíz de una neumonía. Pero en aquella ocasión sí viajaron 240 empresarios con una misión interministerial que prepararon una veintena de acuerdos, entre ellos el de commerce en yuanes y reales, para reducir la hegemonía del dólar estadounidense.

Tecnología de energía renovable, transportes, logística y la palabra clave para la nueva guerra fría tecnológica, los semiconductores para las candados global productions, están también en la agenda del líder del Partido de los Trabajadores (PT).

Lula tendrá el viernes en Beijing una reunión de Estado con el presidente Xi, el gobernante chino más poderoso después de Mao Tse-Tung, además de mantener encuentros de trabajo con el primer ministro Li Qiang y el presidente de la Asamblea Popular Nacional, Zhao Leji .

Gran parte del gabinete viajará con Lula, además de 24 diputados y 6 senadores, la mayoría del frente parlamentario Brasil-China y Brasil-Brics, el foro que integran además Rusia, India y Sudáfrica.

esta es la tercera visita de Lula en Chinaluego de las que realizó en 2004 y 2009 durante sus mandatos anteriores, pero esta vez el viaje resultó a Shanghai, para la presentación de la ex mandataria Dilma Rousseff como presidenta del Banco de los Brics, el New Development Bank, en un hecho de envergadura política para que los países emergentes consigan una alternativa de financiación para su desarrollo.

Lula da Silva, con el entonces presidente de China, Hu Jintao, en una visita a Pekín en 2009, en el anterior mandato del brasileño.  Foto: AFP


Lula da Silva, con el entonces presidente de China, Hu Jintao, en una visita a Pekín en 2009, en el anterior mandato del brasileño. Foto: AFP

Apoyo a la nueva Ruta de la Seda

Una fuente del frente parlamentario Brasil-China dijo a Télam que uno de los objetos de la gira es torcer la posición diplomática y dar señales de adhesión a la iniciativa de la Franja y la Ruta, la nueva ruta de la seda, el plan de inversión en la infraestructura global de China.

«No veo razón para no entrar en la ruta de la seda ni que eso signifique un daño político hacia la relación con Estados Unidos», dijo el ex canciller Celso Amorim, asesor especial de asuntos internacionales de Lula.

Según una fuente parlamentaria consultada por la agencia Télam, otro de los puntos centrales del viaje será la inversión china en satélites en Brasil, sobre todo con el objectivo sostenible de la cuestión climática y combatir la deforestación en la selva amazónica.

La gerencia de Lula se ha desilusionado con la mayor oferta de 50 millones de dólares del Aeropuerto de Washington al Fondo Amazonia que Brasil ha reactivado ese proyecto para proyectos de desarrollo que ayuden a preservar la selva del avance de la agronomía.

Pero sin dudas, el objetivo de Lula es determinar si el superávit comercial que ya lleva siete años con china Para generar reindustrialización, sólo el 85% de lo que Brasil vende al gigante asiático es soja, proteínas animales, minerales de hierro, maíz, petróleo y celulosa.

«Podemos entrenar empresas conjuntas a Brasil con transferencia de tecnología para que empresas chinas puedan producir en Brasil productos con valor agregado. China está interesada en los microchips, un tema de relevancia para la economía global y las cadenas productivas globales”, dijo el Prof. Evandro Carvalho, coordinador del Núcleo Brasil-China de la universidad Fundación Getulio Vargas.

El asunto de los semiconductores es el motivo de la disputa entre EE.UU. y China. Y Brasil recuperó en la gestión que Lula el alcalde plantó la estatal productora de semiconductores, ubicada en Porto Alegre, que había sido cerrada por Bolsonaro para pretender privatizarla.

Amorim revela al diario Folha de São Paulo que no hay temores de que la Casa Blanca reaccionó negativamente a esta medida: «No tenemos preferencias, pero si los chinos ofrecemos buenas condiciones no veo razones para rechazar que empresas chinas instalen fábricas de semiconductores en Brasil».

El experto Carvalho, en tanto, lamentó que no existiera una gran iniciativa brasileña para abrazar una política de infraestructura china como est la del desarrollo del tren bala: «Me sorprendió que este tema no esté en el tope de la agenda».

Comercio en yuanes y reales

Otro punto destacado por el analista es la conquista que hizo China para comerciar en yuanes y reales con Brasil, en el momento histórico de una alternativa al uso del dólar estadounidense.

«El comercio en moneda local es una gran conquista de China en el esfuerzo de internacionalizar el yuan, que converge con la necesidad de los payses de messer un poco del dólar, algo muy bien recibido en Brasil», aseguró.

El mundo que encara Lula a los 77 años es muy diferente a sus dos mandatos anteriores.

En la primera década de los años 2000, los Brics se presentaban como reformadores del sistema económico mundial ante la crisis estadounidense de 2008.

Indígenas de la Amazonia con carteles de apoyo a Lula da Silva el año pasado.  El presidente promete frenar la deforestación.  Foto: AFP


Indígenas de la Amazonia con carteles de apoyo a Lula da Silva el año pasado. El presidente promete frenar la deforestación. Foto: AFP

«Hoy, en cambio, los motiva no solo the economic crisis, sino una causa política, como la de la status del sistema internacional en función de la guerra de la guerra de Russia contra Ucrania-NATO y otros conflictos entre Estados Unidos y China» , de acuerdo con el profesor Carvalho.

Lula llegará después de cumplir el lunes los primeros cien días de gobierno, un poco más de tres meses de gestión en la que diferencia su accionar diplomático respecto al de Bolsonaro con visitas a Argentina, Uruguay y Estados Unidosademás de anunciar el regreso del país a la Unasur y la Celac.

Desafíos

Pero la alianza con China también le planta desafíos sobre la desindustrialización del país que se registra desde 1980 y el espacio que ganó el agronegocio, un poder económico en Brasil reflectario a Lula y aliado a Bolsonaro.

Bruno De Conti, profesor de economía e investigador del Centro de Estudios Brasil-China de la Universidad Estatal de Campinas, dijo a Télam que lo importante su cansado inversiones chinas en áreas estratégicas como energía, transportes e industria, entre ellos los vehículos eléctricos.

“El área de sostenibilidad es clave por la tecnología que tiene China y el potencial natural de Brasil con su energía eólica y solar.

De Conti realizó un estudio académico sobrio como las marcas de automóviles occidentales detuvieron la innovación tecnológica en Brasil, lugar ocupado por las incipientes empresas chinas, que apostaron a los vehículos híbridos y eléctricos con más velocidad que sus competidoras.

«China -según De Conti- está a la vanguardia de este proceso de transición en Brasil, de vehículos basados ​​en carbono hacia eléctricos. La inversión que necesita Brasil es de dos dimensiones: la reindustrialización y, al mismo tiempo, qu ‘ello está a la orden del día de forma sostenible’.

Por Pablo Giuliano, agencia Télam

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