La crisis en Colombia Opinión
La ola de protestas desatada en Colombia contra la fallida reforma tributaria ha dejado un rastro de sangre que el gobierno debe poner fin de manera urgente. El presidente Iván Duque debe pedir un gran pacto de unidad, el fin de los abusos policiales y las responsabilidades de limpieza. Con 20 muertos en el asfalto, ya no puedes mirar para otro lado.
El hecho de que las movilizaciones continúen después de que Duke retiró su proyecto fiscal el sábado pasado muestra la profundidad de los disturbios civiles. La reforma tributaria ha sido la causa de la desigualdad provocada por la desigualdad y el aumento de la pobreza, factores provocados por la pandemia que ya ha sacado a miles a las calles a fines de 2019. A esto se le sumó la represión insoportable por parte de la policía, criticada durante mucho tiempo. .de muchos sectores políticos, de la sociedad civil y organismos internacionales y sobre los que la ONU y la Unión Europea empezaron a advertir esta semana.
La brutalidad policial es algo que ha sido advertido por las protestas de 2019. Declaraciones como las del expresidente Álvaro Uribe, quien alentó a las fuerzas de seguridad a usar armas, no ayudan en nada. Colombia, con una historia reciente de violencia, no necesita que ninguno de sus líderes eche más leña al fuego.
Es hora de que todos los actores políticos colombianos dejen de lado cualquier tipo de cálculo electoral y asuman la responsabilidad de la ciudadanía. Deben cesar las vacilaciones del presidente, que por un lado pide un diálogo nacional y por otro explora la posibilidad de declarar un estado de agitación interna. Ivan Duke haría bien en escuchar las afirmaciones de quienes protestaron, la gran mayoría pacíficamente, al tiempo que se limitan los excesos de las fuerzas del orden público que en última instancia dependen de él.
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