Elecciones en México 2021: Las fisuras de Morena: jóvenes, mujeres y clase media Elecciones mexicanas 2021
Los datos del día de las elecciones dejan un sabor amargo a Morena y al presidente López Obrador. Por un lado, obtuvo victorias clave en varias provincias que le permitieron expandir su posición territorial, y por otro, las elecciones federales y las de la Ciudad de México fueron obstáculos importantes que revelaron algunas de las fisuras entre Morena (y los aliados). )) y su circunscripción.
Antes de la jornada electoral del 6 de junio, había una pregunta particularmente difícil de responder: ¿por qué, en medio de una pandemia que dejó una de las tasas de mortalidad más altas del mundo, con una fuerte crisis económica, con altos niveles de incertidumbre? Y la violencia de género, ¿la aprobación de la baja del presidente sigue siendo casi monolítica en al menos dos tercios de la población? En ese momento, muchos esperaban que la coherencia de su mandato se convirtiera en gran parte en una intención de voto.
Sin embargo, los resultados de las elecciones cuentan una historia ligeramente diferente, con importantes sectores de la población decidiendo castigar con su voto a la coalición «Juntos haremos historia». Aunque López Obrador estaba en la mente de todos los votantes, en la soledad del ciudadano frente a la boleta, su nombre no estuvo presente. La marca de Morena como institución política, su selección de candidatos y campañas, resultó devaluada frente a la figura del titular del Poder Ejecutivo. La población no se arrepiente de hacer esta distinción a la hora de votar. La coalición gobernante perdió 43 distritos electorales, que ganó en 2018.
Hay al menos tres variables que dan forma a los contornos de las grietas que se abren y que afectan al partido por encima de su líder: edad, nivel socioeconómico y género.
Primero, Morena parece haber perdido el contacto privilegiado con la población más joven que alguna vez lo disfrutó. Si miramos los datos de las encuestas iniciales de SIMO de las elecciones de 2018, los votantes de 18 a 25 años representan el apoyo más fuerte para López Obrador, muchos de los cuales están listos para alentar el cambio en su primera participación. En ese momento, los votantes tanto de Ricardo Anaya como de José Antonio Mead mostraron un claro envejecimiento, mientras que para el ganador final fue mucho más transversal. La dinámica actual del partido ha cambiado por completo: según la encuesta preelectoral de SIMO para El País, el apoyo a Morena va creciendo con la edad del electorado, con este primer grupo de 18 a 25, donde ahora tienen las peores actuaciones . También es interesante ver cómo el PAN trabaja en la dirección opuesta, con la mayoría de votantes entre los más jóvenes.

Por otro lado, una revisión de las claves de la victoria en 2018 muestra que los votantes de López Obrador en ese momento cubrían gran parte del espectro socioeconómico, comenzando por la clase baja pero con una presencia significativa en la clase media. El PRI fue preferido por las clases bajas y el PAN por las clases medias y altas. Morena era socio-económicamente más diverso que sus oponentes, lo que significa que la alianza entre las clases sociales por la victoria del PRI fue más amplia. Sin embargo, los resultados de estas elecciones muestran que Morena ha perdido su presencia en las zonas urbanas del país, donde la clase media y media alta tiene una mayor presencia. Un claro que se volvió tan claro mem es la segregación espacial que se muestra en el mapa electoral de la Ciudad de México. En la zona este de la ciudad, la zona con mayores deficiencias socioeconómicas, Morena conquista todos los ayuntamientos; sin embargo, perdió todo el occidente de la ciudad, especialmente las zonas con mayor concentración de riqueza, donde anteriormente había tenido una presencia importante.
Finalmente, Morena es la fiesta que muestra el mayor desequilibrio en las preferencias sexuales. Las mujeres muestran constantemente una mayor desconfianza de este partido político hacia los hombres. Si bien esta diferencia existe desde las elecciones de 2018, no se ha podido revertir, e incluso el partido se ha distanciado reiteradamente de las demandas feministas.

Estos tres factores conforman el primer retrato de quién está diluyendo la coalición que apoya el proyecto de López Obrador, y nos permiten tener una idea más clara de lo que sucede cuando su nombre no está en la boleta. Si la plataforma no vuelve a conectar con los jóvenes, las mujeres y la clase media, es muy posible que la continuidad de su proyecto, o al menos su objetivo hegemónico, se vea comprometida en 2024.
Suscríbete aquí a la newsletter de EL PAÍS México y recibirás todas las claves de información de las novedades de este país
Contenido del Artículo