El gobierno argentino acusa a la Corte Suprema y la acusa de golpe de Estado Internacional
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Alberto Fernández sufrió otro fracaso. La Corte Suprema de Argentina ha dictaminado que el gobierno nacional no puede ordenar el cierre de escuelas en la ciudad autónoma de Buenos Aires, a pesar de la urgencia sanitaria, ya que esto violaría los derechos constitucionales. Se esperaba una solución a este respecto. Menos predecible fue la furiosa reacción del presidente y su vicepresidenta, Christina Fernández de Kirchner, quienes acusaron a la corte de golpe y «fracaso». La guerra entre el poder ejecutivo y el judicial ha llegado a un punto crítico.
La ex presidenta y actual vicepresidenta fue pirateada a través de su cuenta de Twitter. «Está bastante claro que el golpe contra las instituciones democráticas elegidas por el voto popular ya no es como en el pasado», dijo, comparando la decisión de la Corte Suprema con golpes militares pasados. «La Corte Suprema acaba de dictaminar, en medio de una pandemia ordenada por la OMS, atención médica de emergencia sancionada por el Congreso Nacional y con más de 65.000 muertos en Argentina, que el Ejecutivo Nacional no tiene autoridad para tomar medidas de salud», agregó. Luego bromeó diciendo que para gobernar el país, en lugar de ganar una elección, lo mejor era «aparentar postularse para un juez».
El presidente Alberto Fernández tampoco se está reprimiendo. “Soy un hombre de derecho, respeto las decisiones de los tribunales, pero no saben lo que me duele, la depresión de la ley convertida en sentencia; este es el momento que me ha tocado y también debemos luchar contra él «. Y aseguró que seguirá cuidando la salud de argentinos y argentinos, aunque escriban muchas oraciones.
El partido gobernante se vio profundamente afectado por su derrota judicial contra el primer ministro de Buenos Aires, Maracista Horacio Rodríguez Loretta, quien decidió mantener abiertas las escuelas en su circunscripción luego de que la Casa Rosada emitiera un Decreto de Emergencia Nacional el 14 de abril. Se estableció el toque de queda y el cierre de Se ordenó escuelas. Alberto Fernández quiso frenar el constante aumento de contagios en el área metropolitana de Buenos Aires. Laretta argumenta que no se ha probado que las escuelas estén en el centro de la pandemia y que la decisión en última instancia le pertenece a él por la autonomía que la reforma constitucional de 1994 le ha dado a la capital del país.
Cuatro de los cinco miembros de la Corte Suprema (hubo una abstención) coincidieron en que la ciudad de Buenos Aires goza de derechos federales similares a los de las provincias (el tema está en discusión desde 1994) y que la decisión debe establecer la jurisprudencia para el futuro. Criticaron la redacción del Decreto Nacional de Emergencia, que ya se había desintegrado y fue reemplazado por otro, y no consideraron el argumento del gobierno de que la ciudad y provincia de Buenos Aires deben marchar al mismo ritmo, que el territorio que comparten .nar. El área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) fue la principal fuente de contagio del país. Según la Corte Suprema, AMBA es una entidad administrativa sin entidad institucional, por lo que prevalecen los derechos de capital.
La provincia de Buenos Aires es el gran bastión del peronismo kirchnerista, y su gobernador, Axel Kichiloff, muy cercano al vicepresidente, es quien más presiona a Alberto Fernández para que cierre escuelas en todo el país. Tuvo que lidiar con la ola pandémica y eligió la Casa Rosada para asumir los costos políticos. De hecho, Christina Fernández de Kirchner y Axel Kichiloff se han convertido en un poder de facto capaz de hacer cumplir o revocar decisiones presidenciales, como se demostró hace unos días cuando Alberto Fernández ordenó la destitución del viceministro de Energía y la dupla Christina-Axel. por el contrario, ordenó al Subsecretario permanecer en el cargo. El subsecretario Federico Basualdo sigue en su despacho.
La decisión de la Corte Suprema y la posterior reacción del presidente y el vicepresidente aumentaron la intensidad del conflicto entre el ejecutivo y el judicial. Las numerosas demandas presentadas contra Cristina Fernández de Kirchner por diversos presuntos delitos, entre ellos la corrupción y el enriquecimiento ilícito, están en la raíz de una crisis que está minando la estructura institucional del país. Fue significativo que a pesar de la gravísima situación económica en Argentina, la justicia fue la primera gran reforma emprendida por la administración peronista.
El jefe de gobierno de la ciudad autónoma de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Laretta, ya había notado el éxito político de izar la bandera de la educación desobedeciendo el decreto de Fernández. El fallo de la Corte Suprema lo fortalece como una figura destacada en la oposición y como un posible candidato para las elecciones presidenciales de 2023.
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