Claves de la estrecha elección presidencial que divide a Perú Internacional
Más de 25 millones de peruanos fueron convocados a las urnas este domingo para elegir al nuevo presidente del país en segunda vuelta. Después de años de inestabilidad política, con seis de sus últimos siete presidentes acusados de corrupción, Perú enfrenta una elección entre dos candidatos opuestos en el espectro político e ideológico, pero ambos socialmente conservadores. Tras una primera vuelta sin un claro favorito, el izquierdista Pedro Castillo, docente de profesión, se impuso con el 19% de los votos. Le siguió Keiko Fujimori, la sucesora política de su padre, el ex presidente Alberto Fujimori, quien alcanzó el 13% de los votos.
¿Quiénes son los candidatos presidenciales? Por un lado, la líder de Fujimori, Keiko Fujimori, intenta llegar al poder por tercera vez. Por otro lado, el maestro del pueblo Pedro Castillo desafía status quo del país con el lema: «Basta de pobres en un país rico». Asimismo, el sindicalista, que está de acuerdo con el partido Perú Libre, nació en Cajamarca, una de las regiones más pobres de los Andes en Perú, hace 51 años. Apareció en la escena política en 2017 durante una protesta masiva de maestros con salarios más altos que paralizó escuelas en gran parte del país durante 75 días. Castillo estuvo al frente de las movilizaciones y luego disfrutó de un repunte en popularidad. Más tarde fue olvidada poco antes de la primera ronda de elecciones.
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Por su parte, Keiko Fujimori, de 46 años, es fruto de las élites políticas de Lima, su ciudad de origen. Líder de la Fuerza Popular de derecha, la excongresista es retratada como la «mano dura» que salvará al Perú. Sin embargo, enfrenta una investigación judicial por el aporte de la constructora Odebrecht a su campaña electoral en 2011. La Fiscalía de Lavado de Activos peruana la acusó en 2018 de lavado de activos, organización delictiva y obstrucción a la justicia y exigió una pena de 30 años y 10 meses de prisión. Fujimori pasó 18 meses en prisión preventiva entre octubre de 2018 y mayo de 2020 debido a indicios de que podría haber cometido estos delitos.
¿Qué defienden los oponentes? Tras una campaña sumamente polarizada, Castillo y Fujimori llegan a las puertas de la segunda vuelta de un empate práctico. Si bien el profesor se mantiene a la vanguardia de las encuestas de opinión, el líder de Fujimori logró acortar la brecha, que alcanzó los 20 puntos a mediados de abril. Con propuestas diametralmente opuestas, ambos candidatos lograron inculcar en sus seguidores la idea de que su rival era un peligro para la democracia.
Castillo defiende un estado fuerte desde posiciones radicales de izquierda, el fin de los monopolios privados y el fin de la «explotación laboral». Ya prometió nacionalizar el campo de gas natural de Camisea, el proyecto energético más importante del país. También quiere aumentar el presupuesto de salud pública y asegurarse de que el presupuesto de educación crezca al 10% del PIB, medidas que sus detractores consideran imposibles.
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Para parte del electorado, Fujimori es sinónimo de continuidad. Prometió «mano dura» contra el crimen y no ocultó su intención de indultar a su padre, quien fue condenado a 25 años de prisión por delitos de corrupción y crímenes de lesa humanidad, además de otros delitos cometidos durante su mandato (1990- 2000) en el que se han cometido graves violaciones a los derechos humanos. Sus seguidores difundieron la idea de que Castillo introduciría el comunismo en Perú.
La oposición entre los dos rivales también es geográfica. Mientras Fujimori gana fuerza en las grandes ciudades, Castillo domina el campo. Además, ambos obtuvieron una gran cantidad de votos a favor de rechazar a su oponente.
Conservadurismo social. Aunque defienden políticas radicalmente opuestas en otras áreas, tanto Castillo como Fujimori mantienen un perfil conservador en temas sociales. El docente ha demostrado repetidamente su enfoque anti-género en los planes de estudio escolares, así como su negativa a aprobar leyes sobre aborto y muerte digna. Fujimori se opone al matrimonio igualitario y se declara defensor de la familia tradicional, explicando que no le interesa promover ni reconocer los derechos de la población LGTBI. El aborto no se acepta ni siquiera en casos de violación.
¿Quién apoya a los candidatos? La derecha cerró filas con Keiko Fujimori. Un grupo de exministros del régimen de su padre, que lideró un autogolpe en 1992 que lo mantuvo en el poder hasta el 2000, han expresado su apoyo a la excongresista. También destaca el apoyo al Premio Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa, quien perdió las elecciones de 1990 ante Alberto Fujimori. A ellos se suma el apoyo de varios futbolistas y otros deportistas populares del país.
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Castillo, por su parte, además de apoyar a la izquierdista moderada Verónica Mendoza, ha logrado sumar el apoyo de más de 50 científicos peruanos, entre ellos el matemático Harald Helfgot. En carta abierta, académicos sugirieron a Castillo la necesidad de ampliar la infraestructura y los recursos humanos en las universidades públicas, «para ampliar el acceso a universidades públicas gratuitas y de calidad».
¿Qué mensajes enviaron los candidatos en la última parte de la campaña? En los últimos días, Pedro Castillo ha intentado moderar su discurso y ha abandonado algunas de sus propuestas para la primera vuelta, como la pena de muerte para algunos delincuentes y condenados por corrupción y su rechazo al matrimonio igualitario. Para tranquilizar a quienes lo acusaron de querer imponer un régimen autoritario, el sindicalista firmó un compromiso de respetar los tratados internacionales y los derechos de las minorías y asegurar que promoverá una asamblea constituyente, pero siguiendo las reglas de juego vigentes.
Fujimori ha pasado las últimas semanas disculpándose por errores pasados. En un debate reciente con Castillo, reconoció que como hija de Alberto Fujimori -condenado a 25 años de prisión por crímenes de lesa humanidad y corrupción- no podía faltar a los peruanos. Días después, se disculpó por la labor parlamentaria de su partido en la pasada legislatura: «No estábamos a la altura». En Arequipa, Fujimori también firmó un compromiso democrático, en el que aseguró que respetará el marco democrático.
La pandemia y la economía, los dos problemas más urgentes. Perú es el país del mundo con mayor número de muertes por coronavirus por cada 100.000 habitantes. Un total de 180.764 personas han muerto por esta causa en un país de 32,5 millones de habitantes. La economía peruana disfrutó de 20 años de crecimiento hasta que colapsó, perdiendo el 11% de su PIB, debido a la pandemia de 2020. Muchos votantes ahora esperan un cambio en el modelo económico, aunque no estén a favor de un cambio radical. En los últimos días, mientras Fujimori ha solidificado su idea de «mano dura», Castillo ha intentado reclutar más colaboradores técnicos para su campaña, capaces de afrontar una gestión pandémica que «no comete los mismos errores» hasta.
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