CGPJ recurrirá a la Sala Militar para evitar el colapso de la Corte Suprema | España
El Consejo General de la Judicatura (CGPJ) prevé recurrir excepcionalmente a los magistrados de la Sala Militar para evitar el colapso previsto en la Sala contencioso-administrativa de la Corte Suprema, que se encarga de resolver, entre otras cosas, las denuncias contra el gobierno. Esta insólita medida es la última decisión que está examinando el gobierno de jueces para atender los problemas operativos que comenzarán a surgir en los próximos meses en la Corte Suprema como consecuencia del bloqueo a la reanudación del poder judicial y la reforma legal que impide la acusación. .
Se acaba el tiempo contra España. Tres años de bloqueo al gobierno de jueces -por la negativa del PP a aceptar la renovación de este órgano, tal y como establece la Constitución- y reforma legal, que durante un año impidió el nombramiento de jueces para cubrir vacantes, pesa el trabajo del cuerpo principal del sistema democrático.
El Tribunal Supremo, el último tribunal de España, formado por cinco salas (civil, penal, contenciosa, social y militar) con 80 magistrados, perderá este año a una decena de sus jueces (ocho por jubilación y dos que han fallecido) sin estas vacantes se están cubriendo. La mitad de las víctimas ocurrieron en la Sala Judicial y Administrativa, la que más temas atiende, así como la que tiene más magistrados.
Los funcionarios judiciales afirman que aún no han surgido problemas importantes para resolver los recursos que tramitan cada uno de los departamentos de esta Corte Suprema. Pero dicen que las primeras dificultades serias vendrán hace seis meses. La solución más sencilla es a través del Partido Popular. Si se desbloquea la renovación, se pueden volver a hacer nombramientos para cubrir las vacantes, ya que sus votos en el Congreso y el Senado permiten al gobierno sumar las tres quintas partes requeridas por ley para elegir el nuevo Consejo. Pero esta posibilidad parece muy lejana, a juzgar por las palabras y acciones del líder del PP, Pablo Casado.
El gobierno de jueces ha estudiado el problema, que se agrava con la llegada de nuevos jubilados a la Corte Suprema, y ha encontrado una solución urgente, que pretende implementar a partir de los primeros meses de 2022. Magistrados de la Sala Militar del Supremo. La Corte mantiene el menor peso en los temas, podrá coordinar su trabajo con el de la Sala Administrativa Controvertida, donde podrán ser asignados a una comisión como medida excepcional para evitar el colapso de este órgano por falta de jueces. Este es el plan de emergencia en el que se está trabajando actualmente.
La sala polémica-administrativa de la Corte Suprema con 31 magistrados es la principal preocupación del Consejo General de la Judicatura. Este año terminará con seis víctimas (por fallecimiento o jubilación) que no están amparadas por la actual reforma legal, impulsada por el gobierno y que prohíbe al Consejo nombrar cuándo expira su mandato, como lo hace ahora.
La controvertida cámara administrativa deberá pronunciarse en los próximos meses sobre dos recursos que buscan revocar decisiones clave del gobierno de Pedro Sánchez: los indultos a independientes condenados por proceso y el nombramiento de la exministra Dolores Delgado como Fiscal General. Es una sala clave en el funcionamiento de la Administración de Justicia, ya que entiende los recursos contra las decisiones del gobierno central, el Congreso y el Senado, el Tribunal de Cuentas e incluso el Tribunal Constitucional.
El gobierno de jueces está considerando varias opciones para evitar el colapso de esta sala por la disponibilidad de vacantes sin cubrir. Inicialmente se propuso utilizar magistrados jubilados de la Corte Suprema o jueces de la sala administrativa recurrente de la Corte Suprema de la Nación. Pero ninguna de estas fórmulas les convenció según explicaron los dirigentes del Ayuntamiento a EL PAÍS. Por otro lado, explican estos mismos jefes de gobierno a los jueces, los magistrados de la Sala Militar son especialistas en el campo polémico-administrativo y en el campo penal por el tipo de apelaciones que tienen que resolver.
El Consejo General de la Judicatura, amparado por una reforma legal que le impide ejercer una de sus principales funciones una vez vencido el quinquenio -la designación de cargos judiciales para cubrir vacantes- lleva meses estudiando medidas para evitar la quiebra de la justicia. .
La reforma legal, que dificulta el nombramiento, medida con la que el gobierno pretendía presionar al PP para desbloquear la renovación, afectó el primer año de su candidatura a cincuenta altos cargos judiciales. Además de los ocho despidos de la Corte Suprema por fallecimiento o jubilación que no pueden ser cubiertos, hay otros 40 cargos judiciales vencidos que permanecen en sus cargos en los tribunales provinciales o superiores sin ser renovables.
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Moncloa confía en la presión judicial sobre el PP para renovar
El ejecutivo y el PSOE han intensificado su campaña para presionar al PP desde la semana pasada, cuando se cumplieron 1.000 días sin renovación. El gobierno descartó restablecer la reforma de la ley, que permitiría una reanudación sin el PP, con solo una mayoría absoluta en el Congreso. En el Ejecutivo, siguen creyendo que el PP mejorará en algún momento, no solo por la presión política, sino también por el Poder Judicial, precisamente por las consecuencias prácticas de este bloqueo. Cifras manejadas por el ejecutivo muestran que decenas de cargos de la Corte Suprema permanecerán vacantes entre 2021 y 2022, además de la situación en audiencias de tribunales provinciales y tribunales superiores. El ejecutivo insiste en que la situación es volátil y los propios jueces, incluidos los que buscan estos cargos y esperan la renovación, también están presionando al PP.
Sin embargo, otro sector del Ejecutivo teme que Casado pueda aguantar todo lo demás desde el Legislativo, ya que este tema no incurre en costes significativos entre sus electores y sobre todo el líder del PP tiene presiones de Vox, que le presiona para no entrar en ninguna. contratos con el PSOE. El problema, dicen los socialistas, es que si esto se alarga para siempre, el PP no podrá afirmar que el PSOE aceptará la renovación con otros números en el futuro, cuando los populares, que sin duda subirán porque ocupan el espacio. de los ciudadanos, reclaman más la mayor parte del control. Los socialistas están intensificando la presión estos días para que el PP vuelva a las negociaciones y se reanude antes de fin de año. El gobierno ya tuvo que esperar al PP para varios procesos electorales, el último de los cuales fue Cataluña. Las próximas semanas son cruciales.