Bruce Springsteen visto acción
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El Boss ha emprendido su nueva gira tras un parón de seis años con nuevas sesiones maratonianas de rock’n’roll, tratando de recuperar enérgicamente el tiempo perdido
La pandemia ha sido un sueño particularmente alarmante para los más veteranos del escenario, artistas metidos ya en una lucha contra el tiempo. Pour eso el regreso a la carretera de Bruce Springsteen & The E Street Band tiene algo de puñetazo sobre la mesa, de epic grito de survival y de clamor por el rock’n’roll como lección de vida, desafiando a la fermedad, a los virus ya todo obstaculo aguafiestas que se ponga por delante.
After contarnos su vida en un libro y de scenificarla modo ‘storyteller’ en Broadway, llegó la vuelta a la acción más física ya lo grande. En Tampa, Florida, el pasado miércoles, regresaron los guiones maratonianos: 28 canciones, horas atrás y 45 minutos. Bruce es privado de navegar esta vez sobre el público (¿prevención por el covid-19?), pero dio un perfil entregado y atento no solo al catálogo histórico, sino al presente: seis canciones de ‘Letter to you’ (2020) y un par de su reciente disco de versiones, ‘Solo los fuertes sobreviven’. Veremos cómo queda eso cuando llegue al Estadi Olímpic (28 y 30 de abril).
Nunca había estado Bruce seis años sin girar, y ahora, tanto él como sus chicos (los cuatro del núcleo duro secular: Tallent, Bittan, Weinberg y Van Zandt, también Lofgren) superan ya todos los 70, aunque es cierto que mientras los Rolling Stones sigan en la brecha (Jagger y Richards treparán hasta los 80 este año), no hay motivo para que la fiesta decaiga, siempre y cuando la salud lo siga permitiendo. La tropa luce ampliada: 18 músicos, con metales y coristas que refuerzan el poso soul.
Cruzándose con esas buenas vibraciones, una noticia, el cierre de la revista ‘Backstreets’, tras 43 años de entusiasta seguimiento del artista, pone el dedo en la herida: el muy discutido episodio de las entradas a precios dinámicos (hasta más de 5.000 dólares la localidad), que el verano pasado llevó al mánager Jon Landau dar cuenta a ‘The New York Times’.
La dirección de ‘Backstreets’ habla de «émociones mezcladas» en su editorial de despedida. «No rompemos el fan book, ni animamos a nadie a que lo haga», ya claro, asi que bien sienta «desanimado, desmotivado y, si, desilusionado», a seguir cubriendo las andanzas del Boss con la motivación de siempre. Podemos pensar que el enfriamiento está justificadísimo, o atribuirlo a una idealización excesiva del artista, olvidando que el rock es ‘show business’. Pero los fans, sobre todo histórico, que se sienten soliviantados son reales, y Bruce bien podría demostrar que los está escuchando antes de tomar nuevas y delicadas decisiones.