AP-9: La autopista más transitada de Galicia encuentra la manera de ser libre Ciencias económicas
Miles de gallegos tienen casi su segunda vivienda en la autovía AR-9. En una comunidad sin tren, esta vez con un peaje que conecta las zonas más pobladas e industrializadas de la comunidad a lo largo del Atlántico, desde Ferrol a Portugal, viajan cada día 25.000 conductores. Sus bolsillos financian las mayores subidas anuales de tipos de interés en España últimamente. Mientras que se acaban de poner en marcha o están a punto de poner en marcha otras infraestructuras de pago del Estado, la concesión de esta infraestructura gallega a la multinacional Itínere ha estado ligada por el gobierno de José María Aznar hasta 2048. Sin embargo, la Comisión Europea acaba de abrir un sorprendente, Posible forma de otorgar el uso de esta autopista que se extenderá hasta 2023.
Bruselas ha iniciado un procedimiento de infracción contra España, por considerar que la prórroga de la concesión AP-9 otorgada por Aznar en 2000 es ilegal y que impide la desaparición de las tasas en un plazo de dos años. Las autoridades públicas sostienen que esta prórroga del contrato de 25 años infringe las normas comunitarias de competencia, ya que se adjudicó sin licitación pública. Evaluó la misma ilegalidad en la secuela proporcionada por el gobierno de Felipe González en 1994, que imposibilitó que la ruta estuviera despejada en 2013. La Comisión Europea dio al gobierno español dos meses para presentar cargos.
El Ministerio de Transporte no está de acuerdo con la opinión. Considera la ampliación proporcionada por Aznar como una «políticamente cuestionable», una «mala decisión política» que va «en sentido contrario» a lo que está haciendo el actual Gobierno, que ya ha eximido del peaje a más de 1.000 kilómetros de autopistas. Pero, a diferencia de Bruselas, sostiene que «se aprobó siguiendo el procedimiento judicial ordinario y la legislación vigente en España en un momento en el que la sociedad concesionaria también era pública».
AP-9 pertenecía efectivamente a la Compañía Nacional de Carreteras en 2000 y solo tres años después, luego de que el negocio de la compañía aumentara con varias prórrogas de contrato, cuando el director general de PP impulsó su privatización y fue adquirida por 1.600 millones de euros. A un consorcio liderado por la constructora. Sacyr. El Grupo Itínere, matriz de la concesionaria Audasa, se encuentra actualmente en manos de dos fondos de inversión, y con la autovía de Galicia facturó unos 150 millones antes de la caída del tráfico pandémico, con un beneficio neto del 30%.
Si, tras las acusaciones, la decisión de Bruselas se vuelve definitiva y España sigue sin tener en cuenta, el conflicto será remitido al Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas. Ya existe un precedente. El gobierno italiano ha sido condenado por este tribunal por tal ampliación de la carretera sin concurso público, aunque se muestra reticente a cumplir la sentencia. «Con este precedente, existen ciertas posibilidades de que eventualmente se resuelva también en este caso, que la prórroga es contra la ley», dijo Alejandro Huergo, catedrático de derecho administrativo de la Universidad de Oviedo, quien advirtió que en cualquier caso, el procedimiento sancionador acaba de comenzar.
Huergo explica que las directivas comunitarias sobre contratación pública, que se encuentran por encima de la legislación española, «se basan en que la prórroga es anticompetitiva porque se adjudica con un dedo» e implica «distorsión de la primera licitación» modificando a posteriori las condiciones en las que participa en la competición. Con descuentos en servicios públicos como el agua, añade el profesor asturiano, ya hay un historial de ampliaciones que no se han implantado porque van en contra de las directivas europeas. En el caso de las autopistas, la ampliación de concesiones también es un «regalo», explica, ya que los peajes están fijados para cubrir la construcción y mantenimiento de la vía y cuando se sigue cobrando más allá del contrato original, el primero de estos costes. se asume.ya ha sido cancelada.
El golpe en la muñeca de Bruselas a España para ampliar la concesión de la Carretera del Atlántico, sobre el que Audasa se negó a comentar, se produce tras una denuncia presentada en 2019 por la asociación En Colectivo. Su presidente, Diego Maranha, dijo que los dos gobiernos, que ampliaron las tasas, «perjudicaron» la economía de los hogares y empresas gallegas «a su favor y el de la empresa». La primera prórroga del contrato en 1994 fue por diez años ya cambio de la empresa, que opera carreteras de circunvalación en las ciudades. Con la de 2000, Audasa construyó una pista de nueve kilómetros para conectar Fene y Ferrol. «El gobierno tiene la oportunidad de demostrar a los gallegos que no somos españoles de tercera clase y de adherirnos a la carta de notificación enviada por Bruselas, para que en seis meses tengamos una autopista libre», dijo Maranya.
El aumento anual de las tarifas de la AP-9 está provocando indignación generalizada en Galicia. Incluso la Xunta de Alberto Núñez Feijóo está clamando al cielo, a pesar de que algunas de estas subidas de precios las ha pactado él con la concesionaria. En 2018, las tasas de interés aumentaron casi un 4% y el 1 de enero de 2019 volvieron a aumentar en aproximadamente un 3.5%. Esto se debió a que los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, con dos ministros de Fomento gallegos, permitieron a la concesionaria financiar la construcción y las bonificaciones de peajes, aumentando el costo de lo que pagan todos los consumidores. El incremento solo se podrá implantar una vez finalizada la obra, pero Rajoy incluso inauguró la celebración de la ampliación del Puente de Rande en Vigo el 30 de diciembre, sin estar finalizada. Después del evento, Audasa comenzó a reclutar más y el trabajo continuó.
Como parte de las medidas requeridas por el BNG para apoyar la apertura de Pedro Sánchez, el Ministerio de Transportes aprobó varias bonificaciones de peaje de la AP-9 para «mitigar los efectos de las políticas injustas adoptadas por otros gobiernos». Este departamento evita valorar si ve la viabilidad de que la infraestructura sea gratuita en 2023, porque el expediente sancionador en Bruselas «está en un momento muy embrionario». Evite también la «especulación» sobre la compensación que podría pedir Audasa. Mientras tanto, otros territorios ven con interés lo que ocurre en Galicia. La AP-66, que conecta Asturias con la meseta, iba a quedar exenta de la tasa este año, pero pesa sobre él una prórroga sin licitación, que también impuso Aznar hasta el lejano 2050.
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