Willow, no hay necesidad de un Tolkien
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El regreso de la mano de Disney de la saga nacida en los 80 en la factoría de George Lucas a trajo menos nostalgia de la que insinuaban los trailers y la pretensión de dar aire fresco y consolidar una nueva generación de personajes
El proyecto de hacer una serie de sauce llevaba casi dos décadas de acabado en ciernes y ha llegado en el momento preciso. Disney encontrado dentro de su baúl de franquicias compradas a lucasfilm el producto perfecto para dar su propia respuesta a La casa del dragón en HBO y Los anillos del poder de Amazon Prime. El factor nostalgia puede ser un pilar muy sólido para no acabar haciendo el más sonoro de los ridículos cuando se tienen conductores tan potentes. rodar en maravilla y Star Wars habían sido el buque insignia del gigante del ratón, aunque todavía quedaron en el fondo de la despensa algunos platos condimentados de nostalgia ochentera a los que puedan sacar rentabilidad. Entre ellos, Indiana Jones, cuya quinta entrega es uno de los estrenos cinematográficos más esperados del año, y la propia Willow, cuya primera temporada ha terminado esta semana en Disney Plus. Eso sí, con mucha menos nostalgia de la que esperábamos.
La pelicula tenia el envoltorio de una cuento corto de tolkien hay un sabor que tiene nuestra recordaba Star Wars. Era la franquicia menos explotada de la factoría Lucas. Hacer ahora una serie de televisión permitió a los guionistas expandir este mundo de la ficción, de modo que solo contábamos con lo que vimos en las dos horas de pelicula. Las novelas que se escribieron no cuentan porque pasaron despercibidas para el gran público. La serie es una secuela en toda regla que continúa la historia que en su día vimos en los cines. Willow ha vuelto, pero en la nueva serie no encontraremos ni sombra de aquella iinspirado en tolkieniana. Casi me attrevería que el universo de ficción, además de los homenajes a los cuentos de hadas de toda la vida, parece salido de las páginas de Roberto E Howard al escribir las aventuras de Conan el-Bárbaro. Con menos violencia, eso si. Porque Willow viene con vocación de disfrutarse por toda la familia. Hemos vuelto a la tierra del encanto y, a juzgar por el cierre de esta primera temporada, da la sensación de que sus responsables quieren hacer más temporadas. La serie llega con la intención de emprender nuevos caminos y enganchar a la saga y a las nuevas generaciones.
Cuentan que la saga de Willow nació porque la intención de jorge lucas era del adaptador El Hobbit de Tolkien. Al no poder hacerse con los derechos, solo reciclar su idea con una película con personajes de creación propia. Otras fuentes cuentan que la historia ideada por Lucas no era con los hobbits, sino con los enanitos que aparecían en El mago de Oz. Sea uno u otro, finalmente Lucas dejó la película en manos de su buen amigo Ron Howard y con el tiempo se convirtió en uno de los títulos de culto de los ochenta. Muchos la veían como una fusión entre los universos de Tolkien y La Guerra de las galaxias. La mastodoncia obra de peter jackson estaba aun muy lejos y se esperaba una utopía que pudiéramos ver más aventuras en una galaxia muy lejana. Por aquel entonces solo contábamos con una trilogía galáctica, la TRILOGÍA con mayúsculas; y el único referente peliculero de El señor de los Anillos fue el inacabado filme de animación de Ralph Bakshi. Todas las películas del género estaban asociadas a fracasos de taquilla.
En Willow podíamos conocer a muchos personajes muy parecidos a los icónicos protagonistas de Star Wars. Empezando por el propio Willow, actor cuyo, warwick davisapareció en El regreso del Jedi bajo la piel de uno de los ewoks. Como Luke Skywalker (marc hamil), Willow se ve obligada a tomar el camino del héroe, cuando recibe el encargo de proteger a la princesa Elora Danan de la malvada bruja Bavmorda. La aventura transforma a Luke en un Jedi, mientras que Willow será una poderosa maga. Sin similitudes sus las únicas. Tenemos un villano con un casco de forma de craneo que nos grababa mucho a Darth Vader; y un deslenguado y caradura héroe, Madmartigan, que podría ser familia de Han Solo (Harrison Ford) y que en la pelicula estaba interpretada por valle kilmer. Madmartigan conocería a su princesa, encarnada por Juana Whalley y con quien también acabaría casándose en la vida real.
En este regreso de Willow, sigo encontrando guiños a Star Wars. Uno de ellos es el hecho de que los personajes de la película ya clásica son la carta de presentación de otros de nuevo cuño. Como ha ocurrido en la tercera trilogía. Al menos, a Willow en este regreso se le ha permitido un papel mucho más relevante y heroico que el que tuvo Luke Skywalker. Al menos, gracias al CGI en The Mandalorian el caballero Jedi ha podido tener una vuelta más digna.
En cambio, Val Kilmer es una de las grandes ausencias de la serie. Pero lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible. Sus problemas de salud eran inviables que tuvieran aunque fuera un pequeño cameo, que sí que fue posible en el regreso de otro filme puramente ochentero como ha sido la secuela de Arma superior. Sí que tenemos por aquí a Johanne Walley que, aunque tenga un papel secundario, nos ayuda a mantener las esencias de la película. Otra curiosidad es que el guionista de la serie es jonathan kasdanquien también escribió la película en solitario de Han Solo Estrenada en 2018 y dirigida por Ron Howard. Exacto, el director de la primera Willow.
Pero realmente los protagonistas son los hijos que tuvo con MadMartigan. Al menos aquí sí que aparece la parejita de gemelos que no vimos en las continuations de Star Wars (los hijos de Han Solo y Leia que surgieron las novelas) y tentaciones para que se pasen al lado oscuro. Pero sobre todo supone ls vuelta a Elora Danan. Aquel personaje que era fundamental en la película, pero que no llegaba a intervenir en nada en la trama, y que era un bebé al que todos perseguían. Para el argumento era como el Anillo de Poder que Sauron buscaba. Ahora es mayor y ya puede hacer cumplir esa vieja profecía que había sobre ella. Eso sí, su identidad es una de esas primeras sorpresas que la serie mantiene bajo la manga para sorprender a la audiencia en el giro final del episodio piloto y que no diremos por aquello de los spoilers.
Willow es una hora el sabio maestro que reúne a toda una generación de nuevos personajes, con esa inclusividad que tanto parece irritar a determinadas personas. El grito habitual por haber personajes incluidos LGTBI en la trama me ha parecido menos ruidoso que otras veces, ¿será porque el fandom es más reducido?