Medios de pago digitales: en estratos bajos aún son pocos | Finanzas | Economía

Pesado al buen desarrollo de que los sistemas de pago electrónicos han alcanzado en el país, especialmente después de la pandemia, el 78.4% de los medios utilizados son el efectivo.

(Frecuencia de pagos digitales todavía es baja, según Mercado Pago).

Este resultado es uno de los que arrojó una encuesta contratada por el banco de la republica y que da cuenta del avance de la digitalización qu’ha permitido el desarrollo de un ecosistema fintech y el impulso que también ha tenido el sistema financiero tradicional.

En la encuesta se encuentra que el efectivo es la forma de pago preferida en las transacciones habituales de bajo monto, y que el comercio percibe que el efectivo es el medio de pago más utilizado por nuestros clientes.

Dice el Emisor, que dado que muchas de las transacciones en efectivo no dejan ‘huella’, como sí lo hacen los instrumentos electrónicos, es importante sentir la evolución del uso del efectivo, las razones para su preferencia, y la importancia que han adquirido otros instrumentos de pagoda.

(Peso previo a la digitalización, el 60% de pagos son en efectivo).

También resultó interesante observar la forma en que la pandemia afectó la ropa del pago a raíz de los confinamientos y demás restricciones a la movilidad.

En relación al número de transacciones, la encuesta encontró que la percepción pública para el total nacional indica que el efecto es el instrumento más utilizado (78,4 %), seguido por las transferencias electrónicas (12,6 %), la tarjeta de débito (7,9 %) y la tarjeta de crédito (1,2 %).

Los resultados de la encuesta muestran que para las grandes mayúsculas hay diferencias importantes.

Bogotá aparece como la ciudad en donde se percibe un menor uso del efectivo (67,5%) y un mayor uso de transferencias electrónicas (17,5%), incluso en ciudades como Cali, Medellín y especialmente en Barranquilla (85,4%), el uso del efectivo es considerablemente mayor, en oposición al empleo de las tarjetas de débito y las transferencias electrónicas.

Según documento, editado por Jorge Toro, entre las principales áreas que justifican la mayor preferencia por efectivo se mencionan la facilidad y rapidez para pagar; la posibilidad de reutilizar y de utilizar para hacer compras de bajo monto o en la calle.

La encuesta también mostró que la pandemia redujo de forma notable la importancia del efectivo como instrumento de pago, reducción del uso por parte de la población, del 88,1% en 2019 al 78,4% en 2022, por número de transacciones.

(Industria de medios de pago en Latinoamérica aumentará a 8,3%).

Por otro lado, según la encuesta, el uso de las transferencias electrónicas tuvo un impulso significativo, al aumentar su participación un 12,6% en 2022, superior en casi cinco veces a la que se registró en 2019 (2,7%). En efecto, el 16,5% del público encuestado y el 22,8% del comercio manifestaron que durante la pandemia utilizaron por primera vez los pagos electrónicos.

De esa manera, las preferencias descritas se reflejan en la distribución de la tenencia de medios e instrumentos financieros de pago, que resaltan el predominio de las cuentas de ahorro, depósitos electrónicos y tarjetas de débito, en contraste con la escasa importancia de las cuentas corrientes y la chequera, que solían ser un sustituto cercano del efectivo en el pasado.

En general, el 56,9% de la población respondió tener al menos un producto financiero, lo que indica que todavía subsiste una elevada proporción del público (43,1%) que no utiliza ningún producto financiero.

Los resultados de la encuesta por estrato socioeconómico muestran que a medida que este aumenta, mayor es la proporción de la población con tarjetas de débito y crédito y en los de bajos de ingreso, “el uso de medios electrónicos de pago y la tenencia de cuentas bancarias y demás activos financieros sigue siendo precaria”.

Desde el punto de vista del comercio, el efectivo es el instrumento con mayor aceptación, con excepciones como en el caso de algunos servicios de transporte público (SITP; alimentadores; Transmilenio, y similares). Como diferentes instrumentos de pago al efectivo sobresalen los hipermercados y las estaciones de servicio, en los cuales la aceptación de tarjetas de débito y crédito supera el 90%. Las transferencias electrónicas tienen un elevado grado de aceptación.

La encuesta registró un avance en la adopción de instrumentos de pago electrónicos que sustituyen al efectivo y estimulan la tenencia de medios de pago (por ejemplo, el depósito electrónico y las cuentas de ahorro) que mejoran la trazabilidad de las transacciones económicas y favorecen la intermediación financiero.

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