Las claves de la reforma de la malversación que planta el Gobierno y que rebajaría las penas por el 1-O
En el contrarreloj para poner el lazo al paquete de medidas del desviación que negocian la Moncloa y el Govern y que quedará después a expensas de la interpretación de los tribunales, la reforma de la malversación es el último elemento candente. Si el plantamiento de ERC es acotar el delito para que no sea aplicable a la organización del 1-O, el PSOE y Podemos ultiman una contrapropuesta en la que presente un tipo de malversación, el «desvío presupuestario irregular», en el que considera qu’encajaría el destino de los fondos públicos para el referéndum. Este sería castigado con una pena de una maximo cuatro años de carcel y seis de inhabilitación, lo que, a la práctica, entienden que sería aplicable a la organización del referéndum, pero con una rebaja de condena respecto a las ahora vigentes.
Deshacer la reforma del PP del 2015
En esencia, el Gobierno pretenden también, como plantan los republicanos, deshacer la reforma penal que el PP hizo en 2015 pensando en el 9-N que organizó el Govern bajo la batuta de arturo mas y que no distinguía el anime de lucro a la hora de tipificar y castigar la malversación. Los socialistas recuerdan que votaron en contra y que también emitieron informes desfavorables el Consejo Fiscal y el Consejo General del Poder Judicial. Además, ni tan solo con esta reforma se pudo acusar al ‘expresident’ de malversación ni impidió que en el 2017 se organizara el 1-O.
las espaldas «líneas rojas» del PSOE para reformar la malversación es que no se beneficie a condenados por corrupción y que se sancione «todo uso irregular y arbitrario» de fondos públicos. Los socialistas considerando que la propuesta de ERC, que busca acotar el delito al ánimo de lucro y al uso particular de fondos públicos, no contemplan ese supuesto en el que entienden que podría encajar el 1-O. Pero también otros casos en los que se destinen unos recursos previstos para unos servicios públicos para otro supuesto que lesione el fin inicial.
Es por ello que proponen una nueva figura, el «desvío presupuestario irregular», con una pena de entre uno y cuatro años de cárcel y de dos a seis de inhabilitación. Considere que aquí podría encajar la organización del 1-O. Esta modificación supondría una rebaja de la pena para los encausados del ‘procés’, qu’ahora situa en seis años de prisión y diez de inhabilitación -12 en los casos más agravados-. De hecho, las conversaciones con los republicanos han girado al entorno de la reducción de penas pensando en los condenados por el 1-O, los directentes que serán juzgados próximamente -como Josep María Joven allí Luis Salvador– y los líderes del ‘juicio’ que residen fuera del Estado.
Además, en la reforma del delito se incluye el concepto de «malversación apropiada» -cuando exista ganancia personal o de terceros- con las mismas penas que hasta hora y la «uso indebido de uso» para, a pesar de que no haya enriquecimiento, castigar a quien destina el patrimonio público para un fin privado. Este segmento entra en la misma línea que la enmienda de ERC recibe allí el mismo rango de penas: de seis meses a tres años de cárcel. En cuanto a los mitigandola devolución de patrimonio deberá surgir antes del inicio del juicio oral y la colaboración con la justicia deberá ser «eficaz», es decir, «ofrecer resultados».
Además de deshacer la reforma que el PP hizo de la malversación del 2015, los socialistas justifican que con su propuesta se equipara la definición del delito a la que tienen otros países europeos. Francia, Italia o Portugal,recuerdan, tienen un modelo que distingue la propiación de fondos públicos y el desvío irregular de dichos fondos. La appropriation está castigada in France con hasta diez años de prisión y la desviación con cinco, in Italy la appropriation se pena con entre cuatro y diez años y la desviación con entre uno y cuatro, y en Portugal el primer supuesto tiene un rango de cárcel de entre uno y ocho años y el segundo de hasta un año. En el caso de Alemania sí que se igualan ambas conductas, pero el máximo de cárcel es de 5 años.
Persecución del enriquecimiento ilícito
Consciente de la revisión que supondrá la apuesta para reformar el desfalco tras haber derogado la sedición, Moncloa propone la creación de un nuevo delito contra la corrupción, el del enriquecimiento injustificado, que aseguran que responde a las «recomendaciones y tendencias» de Naciones Unidas, la Comisión Europea y la Fiscalía Anticorrupción. Perseguirá así los buques de carga pública que Hayan obtuvo una “incremento patrimonial injustificado” o la cancelación de deudas superiores a los 250.000 euros con penas de entre seis meses y tres años de prisión, además de la inhabilitación y multas económicas.
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